Compartir:

Considerado durante décadas el guapo oficial de Hollywood, Robert Redford, fallecido este martes a los 89 años, fue mucho más que una cara bonita.

Comprometido políticamente, fue un gran defensor del medioambiente, fundó el Festival de Sundance y dejó muchos títulos para la historia, como actor y como director.

Lea: Murió el actor y director estadounidense Robert Redford, leyenda de Hollywood

Protagonizó películas míticas como ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ (1969), ‘The Sting’ (1973), ‘Barefoot in the Park’ (1967), ‘Out of Africa’ (1985), ‘The Way We Were’ (1973), ‘All the President’s Men’ (1976), ‘Jeremiah Johnson’ (1972) o ‘Three Days of the Condor’(1975). Sin embargo, solo ganó un Óscar, honorario, a toda su carrera.

Aunque la Academia de Hollywood subsanó en parte su error concediéndole el Óscar a mejor director por su debut detrás de las cámaras, ‘Ordinary People’ (1980), una película que sin embargo no ha envejecido tan bien como los títulos en los que participó como actor.

Su carrera como dirección fue corta, de apenas una decena de películas, no fue tan brillante como la de actor, aunque se podía jactar de haber lanzado a un joven Timothy Hutton en ‘Ordinary People’ o a una adolescente Scarlet Johansson en ‘The Horse Whisperer’ (1998).

Quitarse la etiqueta de ‘guapo’

Agencia EFERobert Redford, actor.

Desde su primera aparición televisiva con 24 años, Redford luchó sin descanso para quitarse la etiqueta de ‘guapo’, a través de un trabajo serio y comprometido como actor y director, pero la adoración por su belleza le acompañó hasta el final.

Sus ojos azules, su rebelde pelo rubio y su eterna sonrisa contribuyeron a hacer de él una leyenda que rivalizaba en belleza con Paul Newman, con el que formó una pareja mítica en el cine pese a que solo protagonizaron dos películas juntos: ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ (1969) y ‘The Sting’ (1973).

“Durante la mayor parte de mi vida he intentado no encasillarme. Hubo un tiempo en el que realmente tuve una época dura cuando empecé a actuar en películas y, de repente, todo giraba en torno a mi apariencia. Me convertí en actor porque me sentí atraído por el oficio en el teatro de Nueva York, así que no estaba preparado para entrar en el cine y, de repente, ser juzgado por mi físico”, dijo en 2016 en un encuentro con los medios.

Aquí: ¿Es correcto decir ‘los menús’ o ‘los menúes’? La RAE aclaró cuál es el plural de ‘menú’

Tras muchos años dedicados a la televisión y al teatro dio el salto al cine con títulos míticos como ‘The Chase’ (1966) y ‘Barefoot in the Park’ (1967), pero fue ‘Butch Cassidy and the Sundance Kid’ el título que le hizo entrar de lleno en el Olimpo de las estrellas.

Conciencia ecológica

Con ‘Jeremiah Johnson’ (1972) demostró su conciencia ecológica en una época en la que lo medioambiental no estaba de moda y en esa década de los setenta encadenó títulos como ‘The Candidate’ (1972), ‘The Way We Were’ (1973), ‘The Sting’ -por la que consiguió su primera nominación al Óscar-, ‘The Great Gatsby’ (1974), ‘Three Days of the Condor’ (1975) o ‘All the President’s Men’ (1976).

Títulos en los que demostró su versatilidad y su magnetismo en la pantalla, pero que no terminaron de darle la respetabilidad que buscaba y que logró con su primera película como director, una historia sencilla que sorprendió a Hollywood y que ganó cuatro Óscar.

Le seguirían títulos como ‘Brubaker’ (1980), ‘El mejor’ (1984) ‘Out of Africa’ (1985), ‘Legal eagles’ (1986), ‘Sneakers’ (1992), ‘Indecent Proposal’ (1993) o ‘Up Close and Personal’ (1996).

Pero bajó el ritmo de películas respecto a los setenta y dedicó gran parte de su tiempo a Sundance y al activismo medioambiental.

“Nunca estuve en contra de la industria porque fui un producto de ella, me beneficié de ella y me abrí camino a través de ella. Simplemente llegué a un punto donde pensé que podía haber algo más, historias más diversas”, afirmó.

Historias que potenció desde su festival mientras hacía oír su voz para luchar contra el cambio climático, algo que llevó a la ONU, donde pidió la unión de la comunidad internacional para salvar “nuestro único planeta y nuestra única fuente de vida”.

Hace siete años se retiró. Tenía 82 y acababa de estrenar ‘The Old Man & The Gun’, con Casey Affleck y Sissy Spacek. Ya había anunciado su intención de dejar el cine tras ‘Our Souls at Night’ (2017), con Jane Fonda, pero nadie parecía creerle. Aún apareció en ‘Avengers: Endgame’ (2019), pero su carrera estaba cerrada.

Cine independiente

Su presencia constante era un símbolo de la resistencia del cine clásico de Hollywood. Y la fundación del Festival de Sundance en 1978 demostró que su amor y su trabajo por el cine iban más allá de su estatus de estrella.

También: Murió Germán Torres, símbolo de la panadería artesanal en Argentina

Precisamente el festival, que se ha celebrado en Utah desde aquel año, cerrará en 2026 su etapa en las montañas de Park City, por otra ciudad también rodeada de montañas, Boulder (Colorado).

Una última edición que iba a honrar a Redford para reconocer “el inmenso impacto” y “su inquebrantable compromiso con el fomento y desarrollo de narradores independientes y sus historias”, según la organización.

Pero Redford, poco dado a los homenajes y a los actos multitudinarios, se fue cuatro meses antes de que llegara ese momento, con la misma discreción con la que vivió su leyenda, alejado de toda extravagancia.

Como señaló en una entrevista con EFE: “La palabra ‘independiente’ resume mi manera de ver la vida”.