Ha sido un verdadero éxito. Permitirles a millones de fanáticos, que crecieron viendo las ocurrencias de El Chavo del 8 y toda la vecindad, conocer las infidencias de la genialidad de Roberto Gómez Bolaños y hasta lo más oscuro de su vida a través de la serie Chespirito: sin querer queriendo, que se emite por Max, ha sido uno de los grandes momentos de la televisión en el último tiempo.
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Ver, de primera mano, la suspicacia, la creatividad de ese Shakespeare chiquito o los egos e infidelidades que derrumbaron el programa de humor más amado por los latinos, ha puesto nuevamente esta historia en la palestra pública, sobre todo por su calidad, por la interpretación de los actores y actrices que componen una producción majestuosa.
Estrenándose cada jueves –van cuatro episodios– la serie es protagonizada por Pablo Cruz como Roberto Gómez Bolaños y es acompañado de un elenco que se metió en la piel de estos icónicos personajes.

En ese sentido, EL HERALDO conversó con Miguel Islas, quien interpreta a Ramón Valdés, y Paola Montes de Oca, quien da vida a María Antonieta De las Nieves, para conocer más detalles de lo que es encarnar una historia que ya no solo le pertenece a los mexicanos, sino a todos los latinos que crecieron con las ocurrencias de Chespirito.
La presión de la historia
Es por ello que Paola Montes de Oca dijo a esta casa editorial que sí sintió presión por las comparaciones, por la crítica, por el personaje tan importante que iba a representar.
“Claro que tenía mucho miedo, ¿no? Mi carrera todavía no empezaba y ya se iba a terminar. Entonces, para mí sí era una cosa de mucho miedo, muchos nervios, mucha ansiedad al principio”, explicó.
Pero, inmediatamente empezó a preparar a su personaje que consistió en investigar, ver entrevistas, leer, “todo lo que puedas ir agarrando para encontrar la esencia del personaje y crearlo a través de tu interpretación como actriz o como actor”.
En esa misma línea, Miguel Islas, quien se ha metido en la piel de ‘Monchito’, al punto de dejar sorprendido al público por su parecido físico en la caracterización, indicó que “hubo mucha responsabilidad al saber que uno iba a ponerse en los zapatos de semejante personaje como Ramón Valdés. Pero también con mucha humildad, fue mucha humildad de saber que uno tiene que aprender y tienes que poner el 200 %, escuchar, confiar mucho en tus directores, en los productores, en la gente que trabajó mucho, muchos años antes de que nosotros fuéramos seleccionados”.

De igual forma el actor detalló que además de la responsabilidad hubo un respeto absoluto por la historia. “Pero también poco a poco se fue convirtiendo en un gozo y en pasarla bien, en divertirnos, que también era una parte muy importante, el transmitir que realmente estábamos haciendo algo muy entregados y muy conscientes. La filmación y toda la convivencia que hemos tenido desde que nos conocimos hasta ahora ha sido genuina y creo que eso también se ve, en las escenas, se ve la complicidad, se ve la admiración, el respeto que tenemos cada uno de nosotros entre actores y entre actrices”.
Es gracias a eso que la producción, de acuerdo con el actor, ha sido un éxito, pues “nos tomamos muy en serio la serie de Chespirito” y que esa amistad que se ha generado entre el elenco ha continuado.
Ser auténticos
Otro de los puntos clave de este seriado es lo impresionante del parecido físico entre los actores y sus personajes cuando están en escena, pues como dice el propio Miguel Islas, solo se parece a Don Ramón “en las uñas”, pero cuando dicen acción, todos se transforman.
“Fue un reto, porque bueno, al menos en mi caso yo sabía que a lo mejor no éramos como dos gotas de agua, pero yo creía en el poder de la caracterización, del equipo de vestuario, y que además hicieron un trabajo increíble, y eso sumado con la interpretación y con lo que yo pudiera aportar, yo sentía que podíamos sacarlo a flote”, detalló Montes de Oca.

Aunque para ella, su padre en la serie, Don Ramón o dicho mejor, Miguel Islas, es el clon de su personaje. Ante eso el mexicano, metido en su papel, le respondió: “Sí, yo soy el clon, imagínate tú, mi hijita. Tú eres idéntica, la voz, y bueno, la gente ya lo ha visto”, dijo con esa voz ronca característica de Valdés.
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Sobre su caracterización agregó: “Creo que cada personaje que volteas a ver y tiene una escena te sorprende, o por el físico, por la voz, por cómo camina, o por muchísimas razones, y creo que es de esencia. Porque si ves a Pablo Cruz ahorita y pones una foto de Chespirito, pues no, como que no se parecen mucho, o en general con todos, pero ya al entrar en el set, todos realmente sí tomamos muy en serio esto, y cuando hablábamos entre nosotros, hablábamos como Ramón, como María Antonieta, como Édgar Vivar, como Chespirito, y esa fue la magia”.
Por eso según ellos han hecho el trabajo más digno que han podido, porque los años pasarán y la serie seguirá. “Todavía faltan otros cuatro capítulos que son muy importantes, y yo creo que la gente va a seguir viéndola y se van a llevar gratas sorpresas”.