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La mirada fija de Kepa Amuchastegui ha hecho parte de generaciones de colombianos que lo vieron a lo largo de una trayectoria de cuatro décadas triunfar en la pantalla.

Este fenomenal histrión, gracias a su talento y dedicación, supo escribir con letras doradas su nombre en el mundo de la televisión y el cine. Sin embargo, su llegada a la pantalla chica sería de manera tardía. No sería hasta 1983, cuando ya tenía 42 años, que se dejó seducir por la telenovela de RTI La pezuña del diablo (1983), junto a Raquel Ércole y Ronald Ayazo.

“Ya me habían tratado de seducir de muchas maneras para que entrara a la televisión ofreciéndome todo tipo de personajes muy importantes, de reyes, de generales españoles, y yo siempre me negaba porque consideraba a la televisión un medio elemental y muy comercial”, dijo en su momento.

Antes de eso, el bogotano de 84 años que murió en la noche del martes tras padecer cáncer en la vejiga urinaria, forjó su trayectoria en el teatro y ahí estuvo la clave para sus personajes fuertes, perfectamente recordables como el de Roberto Mendoza en Yo soy Betty, la fea (1999), Los pecados de Inés de Hinojosa (1988), La Pola (2010), en televisión, y en cine con Águilas no cazan moscas (1994), de Sergio Cabrera, o El papa rebelde, filme en que le dio vida a Francisco.

Se hizo actor en la Université Internationale du Théatre y se formó en la Royal Shakespeare Company en Londres. A finales de la década del sesenta, a su regreso a Colombia, fundó el teatro La Mama, junto a Consuelo Luzardo, Germán Moure, Gustavo García y Paco Barrero. Viajó por México y Estados Unidos, bailando y cantando con el ballet vasco-francés Torky y regresó a Europa, para ser profesor y director de la Escuela Superior de Arte Dramático en Estrasburgo.

Con una trayectoria de más de 50 años, se desempeñó, además de actor, como director y libretista en más de 40 producciones, por lo cual el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias –FICCI– le otorgó el Premio Víctor Nieto a toda una vida como parte de la edición 37 de los Premios India Catalina de la industria audiovisual colombiana.

Ecomoda le dijo adiós

Aunque su carrera abarca una gran cantidad de personajes, se hizo casi que inmortal por darle vida a Roberto Mendoza, padre de Don Armando. Y aunque el personaje falleció en la continuación de la novela que estrenó en 2024, ahora el elenco que le dio vida a Ecomoda despidió a su actor.

A través de redes sociales Jorge Enrique Abello, ese que supo ser el hijo de Kepa en la producción, envió un corto pero sentido mensaje. “Querido Kepa... un adiós hasta la eternidad, todo lo que aprendí de ti me lo quedo en el corazón”, dijo.

Por su parte, Julio César Herrera, a través de su cuenta de X escribió: “Un despertar triste. Un adiós sentido a un ser humano maravilloso. Ya no habrá abrazo al llegar al set. Cómo no agradecerle a la vida el haber compartido escenario, palabras y respeto a la profesión. Gracias, Kepa”.

De igual forma, Ana María Orozco, comentó en su cuenta de Instagram que el bogotano era adorado e inolvidable.

“Kepa, te vamos a extrañar... Gran actor, director, maestro y ni hablar de su calidez y humanidad. Gracias por tanto, Kepita”.

Por su parte, Natalia Ramírez, mostró su dolor con un sentido post diciendo que este ser humano maravilloso con quien tuvo charlas enriquecedoras y llenas de toda su generosidad de pensamiento y sabiduría, dejó en ella una huella indeleble.

“Lo conocí en 1987, Víctor Mallarino me lo presentó, fuimos a su casa y desde ese momento no solo por la admiración que le tenía, sino por toda su amabilidad como anfitrión, esa noche quedé totalmente enamorada hasta el sol de hoy”.