Además de ser la primera centroamericana en ganar el certamen, la nicaragüense, Sheynnis Palacios se quedó con la corona más costosa en la historia del Miss Universo. Es la más valiosa jamás utilizada, con un precio asombroso de $5.3 millones de dólares (aproximadamente $20 mil millones de pesos colombianos).
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La sucesora de la estadounidense, y Miss Universo 2023 R'Bonney Gabriel no solo se llevó la codiciada corona, sino también un lujoso departamento en Nueva York y un generoso sueldo de $250,000.
En la gala final, Palacios impresionó al jurado con su discurso sobre la importancia de la igualdad de género, el cierre de brechas salariales y la priorización de la salud mental.
'Marie Gouze porque fue la primera mujer que habló de los derechos de las mujeres y haría lo posible para que las brechas salariales de esa época fuera la oportunidad perfecta para que muchas mujeres pudieran trabajar en cualquier área que se puedan desempeñar porque no hay límite para la mujer'.
Toda una defensora de la salud mental
La nueva Miss Universo dirige un proyecto social llamado ‘Entiende tu mente’, que es un podcast, en el que habla y entrevista de diversos temas como depresión, suicidio y más.
Y es que a salud mental es un estado de bienestar en el que una persona puede hacer frente al estrés de la vida cotidiana, trabajar de forma productiva y contribuir a su comunidad. Es tan importante como la salud física.
De hecho, Palacios batalló durante varios años contra la ansiedad y contó un desafortunado episodio que marcó su vida cuando un perro atacó a su perrita durante una competencia y le sacó un ojo.
'Es algo que sucede y estoy aquí para ser vocera de ellos [los que sufren ansiedad] y que sepan que no sólo le pasa a las personas que están detrás de esta pantalla, también le sucede a personas que tienen grandes personalidades. Lo importante es saber manejarlo'.
En la edición 72 del concurso, que se llevó a cabo en San Salvador por segunda ocasión, desacató la inclusión y la diversidad al incluir a dos aspirantes casadas y con hijo, lo que es posible tras el cambio de reglas que permite concursar a mujeres casadas, embarazadas, divorciadas o con hijos, dos mujeres transgénero y una mujer de talla grande.
