En el camino hacia el éxito, la disciplina suele ser el motor que logra superar los obstáculos en esa ardua lucha por conseguir un objetivo, una máxima que aplica a diario Johanna Zuccardi para convertirse en la arquitecta de su propio futuro.
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Disciplinada, decidida, soñadora, amante a las cosas bien hechas y detractora de la injusticia, esta especialista en Psicología y Psicopatología de la Nutrición quien se convertirá en columnista de EL HERALDO, nació en Bogotá, pero tiene un alma costeña de la cual se siente orgullosa.
A los cuatro años, se desplazó de la capital hasta Sincelejo. Allí hizo su bachillerato y vivió gran parte de su vida, luego, otra tierra caribeña le abrió las puertas.
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En Barranquilla realizó su primera carrera profesional en la Universidad del Norte y pese a que emigró hacia Alemania para seguir formándose, ha sido La Arenosa su segundo hogar.
Se siente una sincelejana más, incluso, deja ver en su acento que en tierra fría solo la vieron nacer, pero han sido dos territorios del Caribe, sus lugares favoritos en el mundo.
En el consultorio 520 de la Clínica Porto Azul recibe diariamente a un sinnúmero de pacientes que ven a través de su conocimiento, una oportunidad para transformar su calidad de vida.
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La satisfacción de ayudar
Johanna mira el pasado y recuerda cada una de las circunstancias que la hicieron estar en este centro médico sentada, con su bata blanca, esperando tener las respuestas idóneas para cada ser humano que acude a ella buscando una solución sanadora.
En su consultorio se entrelazan la medicina y la fe de una manera conmovedora y única. Al entrar, no pasa por desapercibido las múltiples imágenes de vírgenes que adornan los estantes.
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Cada una de ellas, meticulosamente seleccionadas y ubicadas con un propósito especial, pues fueron quienes para ella impulsaron el enfoque que decidió darle a su profesión.
'Yo soy muy católica, mi familia es muy creyente, vengo de un colegio mariano, creo muchísimo en la Virgen, pero también mucho más en Dios, a ellos me encomendé para que me mostraran ese camino, ese propósito porque sentía que no lo había encontrado. Y empecé a estudiar la especialidad en Psicología de la Nutrición. Sinceramente, cuando yo empecé, yo decía, yo quiero hacer algo que en relidad pueda ayudar a la gente'.
Desde allí, solo deseaba ver a tres pacientes semanales y que al menos uno de ellos fuera por consulta gratis.
'Esto se fue llenando y todo fue creciendo y yo dije, definitivamente esto era lo que Dios quería para mí. Y así lo estoy haciendo y todavía sigo manejando consultas gratuitas para las personas. Entonces, no he perdido mi propósito, he venido haciendo lo que quería o por lo cual empezó esta especialidad'.
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Cuando vio morir a su primer paciente, como Psicóloga Clínica, supo que el camino que quería seguir recorriendo, era otro.
'Hice todo para que fuera psicología clínica y empecé a trabajar en un centro de cáncer aquí en Barranquilla y esa parte me dio muy duro y deseaba más la gestión humana que hoy hago'.
Pese a los desafíos que a veces enfrenta, está convencida de que ayudar a los demás a través de su profesión es su verdadera vocación. 'De las cosas que más me parecen difíciles en mi trabajo es que no los puedo ayudar a todos. Y no los puedo ayudar a todos por una sencilla razón. La magia no la tengo yo. La magia la tiene el paciente, pero es muy gratificante cuando todo sale bien. Transformar vidas con mi profesión es apasionante'.
Salud mental y alimentación
La relación entre la salud mental y la alimentación es innegable. La comida que se consume no solo afecta al cuerpo físico, sino también el estado emocional y mental.
'Hoy no podemos hablar de salud mental si no pensamos en la alimentación. Está muy dado por el eje cerebro-intestino. Cuán importante es que tu flora intestinal esté bien para que tú puedas trabajar, por ejemplo, una ansiedad o una depresión. Hoy, si tú no trabajas tu intestino y estás frente a un cuadro de ansiedad, no estamos haciendo las cosas bien'.
Hablar de la etimología de la alimentación para Johanna es fundamental, es entender que cada cuerpo funciona de una manera distinta. 'Ya nosotros hoy pensamos en cuánto te puede impactar, por ejemplo, una alergia alimentaria, cuánto te puede impactar una intolerancia alimentaria, una sensibilidad alimentaria. Estudiar la genética porque hoy hay demasiada información'.
