El reto de enviar una nave al espacio a 'perseguir' un asteroide parece sacado de un libreto de una gran película de ciencia ficción.
Ha pasado antes con naves que 'perseguieron' también cometas y regresaron con muestras a la Tierra, pero en esta ocasión se trata de una evidencia representativa: 250 gramos del asteroide Bennu, una cantidad significativa que permitirá a los científicos de la agencia espacial de EE. UU. NASA explorar los orígenes del sistema solar, por lo que los expertos han catalogado a la sonda espacial ‘Osiris-Rex’ como una auténtica cápsula del tiempo.
Este hito se alcanzó este domingo 24 de septiembre, luego de los siete años y 16 días que duró esta misión que ahora indagará con pruebas reales sobre el origen de la vida y la conformación del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.
Cabe anotar que esta es la primera vez que la NASA consigue traer a la Tierra las muestras de un asteroide. La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) logró recuperar restos de asteroides en 2020, pero se trató de una cantidad mínima, no mayor que una cucharada de polvo y rocas.
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En diálogo con EL HERALDO Cristián Góez Teherán, máster en Ciencias-Meteorología y coordinador de las Olimpiadas Colombianas de Astronomía, se refirió a que la muestra obtenida del asteroide Bennu, aludiendo que esta permitirá estudiar la naturaleza, historia y distribución de minerales, la química y la mineralogía de este asteroide carbonoso de tiempos primitivos.
'Se conocerán con detalles los momentos en que el Sol y los planetas se estaban formando hace aproximadamente unos 4.500 millones de años. Siempre ha sido de interés para la humanidad conocer cómo se formó el sistema solar primitivo y sobre cómo comenzó la vida en nuestro planeta'.
Explorando el origen
Por su parte, el argentino Lucas Paganini, científico planetario de la NASA, indicó que los asteroides son muy importantes porque son los desechos de cuando se formaron los planetas.
'Son como cápsulas del tiempo, equivalentes a fósiles de dinosaurios que nos permiten saber qué estaba ocurriendo hace millones de años. En este caso, con nuestra misión, estamos viajando miles de millones de años atrás en el tiempo', explicó Paganini.
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Sobre Bennu agregó que fue el asteroide elegido porque es relativamente rico en moléculas orgánicas y, además, tiene una órbita conocida, lo que facilitó que la nave nodriza Osiris-Rex pudiera acercarse para tomar muestras.
A su turno, Adriana Araujo, investigadora asociada del centro de estudios Gimnasio Campestre, señaló que espera que se puedan replicar las pruebas que se hicieron analizando los 5.4 gramos del asteroide Ryugu.
'Se van a volver a emplear aquí en la misma técnica porque funcionó. Algo importante es que parte de esta muestra que es considerablemente grande frente a la de Ryugu va a ser dada a Jaxa justamente, como lo digo yo, en un pacto entre damas y caballeros para que ellos también tengan parte de esa muestra. Otra parte importantísima de esto es que va a ser preservado un porcentaje de la muestra para futuras generaciones, pero sobre todo para ver si se crean nuevas técnicas, nuevos instrumentos y entonces poder desarrollar análisis más exhaustivos'.
Una misión que va por más
La misión no termina el 24 de septiembre de 2023, ahora el objetivo será el asteroide Apophis, que pasará muy cerca de la Tierra el 13 de abril de 2029.
Es así que ‘Osiris-Apex’, nuevo nombre que recibe la misión en este momento, comenzará a estudiar a este amenazante asteroide el 8 de abril de 2029 y, unos días después, el 21 de abril de 2029, está previsto que se encuentren.
Goez Therán agregó que Apophis es interesante porque es un asteroide tipo S, o pedregoso, a diferencia de Bennu, que es un asteroide tipo C, o carbonoso. Los asteroides tipo C están hechos de arcilla y rocas de silicato, mientras que los tipo S están compuestos de materiales de silicato y níquel-hierro.
La capacidad de la nave espacial para orbitar cerca del asteroide puede revelar la resistencia de la superficie de los asteroides pedregosos y cuánto desgaste soporta el asteroide en el entorno espacial.
'Este tipo de misiones son muy importantes para poder esclarecer cómo fueron esos primeros momentos de formación que luego dieron pie al desarrollo de la raza humana. ¿Qué pasó con los elementos pesados? ¿Dónde se formaron?, por eso es muy importante y seguramente la comunidad.
científica está muy al tanto de los resultados que pueda darnos esta nave no tripulada', sostuvo el licenciado Óscar Calderón Barrera, asesor pedagógico del planetario de Combarranquilla.


