El mundo oscuro que le ha tocado vivir al músico invidente Juan David Atencia se iluminó por completo la noche de este domingo en el municipio de Villanueva, La Guajira, donde se coronó como rey de la categoría profesional de la edición 45 del Festival Cuna de Acordeones.
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Este es el primer festival musical que conquista y se ilusiona con edificar una carrera que le permita seguir cosechando éxitos en los más importantes festivales, entre ellos el de la Leyenda Vallenata, ese en el que participó este año y que le permitió llegar hasta la semifinal, fase que disputó un selecto grupo integrado por 25 acordeoneros.
Este samario que nació ciego hace 24 años, destaca la importancia de la constancia y disciplina para este logro importante y desde el ejemplo motiva a los jóvenes amantes de este folclor a dar lo mejor de sí para inscribir sus nombres con letras doradas en los grandes certámenes.
El ‘Leandro Moderno’ como lo han bautizado los medios de comunicación, derrotó en una reñida final a acordeoneros experimentados como Nemer Yesid Tetay, quien se quedó con la segunda plaza y José Mario Oñate que fue tercero.
'Fue una final muy dura porque en frente tenía a acordeoneros muy buenos, pero yo estoy lleno de talento y la verdad es que practiqué mucho, soy constante y eso me tiene ahora celebrando', le dijo a EL HERALDO.
La gesta festivalera de Juan David Atencia la logró con el paseo La tijera y el merengue Los recuerdos de Ocha, de la autoría de Luis Enrique Martínez; el son El calmante, de Alejandro Durán, la puya de su autoría Los dejo fritos y en aire de romanza La canción del algodón, de José María Peñaloza.
Sobre la clave de este triunfo, Atencia explicó que estuvo en la serenidad, en estar siempre agarrado de la mano de Dios y en el respaldo de su guacharaquero El Mello Arrieta y Aníbal Alfaro en la caja.
'Ser ciego no es desventaja'
Sobre el hecho de ser ciego mencionó que no es una limitación, sino una fortaleza.
'Cuando algo no se tiene de nacimiento no hay por qué extrañarlo, al yo no tener el sentido de la visión no tengo por qué depender de él porque jamás lo he tenido, así que he podido potencializar los otros sentidos, el oído especialmente y la mente para memorizar todas las notas del acordeón'.
Al preguntarle qué siente de que su talento sea comparado con el del fallecido juglar Leandro Díaz, ese que aprendió a amar el vallenato con los ojos del alma, sostuvo que: 'Para mí es un gran honor que me hagan esa comparación. A mí me pone muy contento y muy feliz el cariño de la gente, esa acogida'.
El joven que fue formado por el maestro Andrés ‘el Turco’ Gil en Valledupar, ahora vive en Riohacha, donde cursa tercer semestre de Música. Desde la capital guajira quiere seguir haciendo historia, allí ha tenido la oportunidad con su agrupación de alternar con figuras como Poncho Zuleta, Elder Dayán Díaz, El Mono Zabaleta, Mr. Black, entre otros.
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Su padre musical
Andres ‘el Turco’ Gil, su padre musical, dijo que le aconsejó hacer una presentación sin prisa y sin nervios. 'Le dije que se sintiera seguro de demostrar su talento al mundo porque aquí lo está viendo mucha gente. Ya él tiene el conocimiento y sabe que es un concursante igual al resto porque está lleno de talento'.
Agregó que entre otros de su talento sabe tocar la caja, el piano y la guacharaca. 'Él llegó a los 6 años a mi academia y me decían sus familiares que querían lo formara como cajero, pero al ver su talento no perdimos el tiempo y lo convertimos en acordeonero de Los Niños del vallenato, y no nos equivocamos, ese era el camino'.
