El inicio de la Feria del Libro de Barranquilla (Libraq) se vistió de gala para presenciar un momento emblemático: la develación de la estatua en honor a uno de sus personajes ilustres, Gabriel García Márquez en la icónica plaza del Antiguo Edifico de la Aduana.
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Con un susurro de expectación, el manto que cubría la estatua fue retirado, revelando la imponente figura de Gabo sosteniendo un par de libros y una rosa.
La escultura capturaba la esencia del escritor, con cada detalle meticulosamente esculpido, desde las arrugas que narraban sus historias hasta el gesto sereno que transmitía su legado.
El público empezó a contemplar la estatua que ahora habita en la Aduana rindiendo homenaje a un hombre que trascendió fronteras con su pluma y cuyas palabras siguen tocando corazones en todo el mundo.
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Pese a que su instancia en el recinto será temporal, ya que, debe regresar al Parque Cultural del Caribe, Juancho Jaramillo, director del la Corporación Luis Eduardo Nieto Arteta (Clena), resaltó la importancia de poder presenciarlo en el lugar en el marco del inicio del evento.
'Yo creo que esto tiene una simbología bien fuerte, porque volver a hacer la feria o toda la iniciación digamos de la fiesta de los libros, el preámbulo y que adicionalmente luego de entrar en restauración de que se lograba volverle a poner las rosas a Gabo, dice mucho, dice mucho del compromiso que debemos tener todos los entes culturales y no sólo los entes culturales, yo creo que Colombia entera y el mundo en hacer que toda la obra de Gabriel García Márquez no sólo la reconozcan unos pocos, sino que sean muchos'.
{"titulo":"El 'regreso' de Gabo a Barranquilla para invitar a leer","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/gabo-regresa-barranquilla-y-posa-en-la-plaza-de-la-aduana-1035309"}
Aquel momento en la Aduana era más que una develación, era un encuentro con el espíritu inmortal de Gabriel García Márquez, quien, desde su pedestal de bronce, seguiría contando historias a través de las generaciones futuras.
'Nosotros como como Clena hicimos la solicitud a la Junta del Parque Cultural del Caribe en su momento de que se nos entregara para guardarla, para preservarla, pero que a la vez pudiésemos entrar, digamos, a que el barranquillero y todo el mundo contara en un espacio como este donde está siendo cuidado, donde está siendo guardada'.
La escena quedó grabada en la memoria de todos los presentes, un tributo no solo a un gran escritor, sino también a la capacidad de las palabras para trascender el tiempo y el espacio.
