Concebida desde la espontaneidad, Barranquilla evidencia su desarrollo urbanístico con características precisas que se remontan hacia el año 1857 cuando esta alcanzó la categoría de ciudad.
Los inicios de El Prado
Sin embargo, en lo que respecta a Barranquilla, su composición, como en casi todas las áreas fue distinta. El Prado, aquel barrio icónico que despierta un sin número de nostalgias, inicia a finales de las primeras décadas del siglo XX y llegaría a marcar varios hitos para la ciudad.
Este es concebido como un espacio urbano que facultaría a los ciudadanos las amenidades y comodidades de la vida moderna, alejado del bullicio propio de los centros urbanos.
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Las fuentes documentales indican que Karl C. Parrish propuso a Manuel De la Rosa construir un ‘parque de residencias’ en una finca de su propiedad en la zona norte de la ciudad, que finalmente se materializó como: Compañía Urbanizadora El Prado, el 12 de marzo de 1920. De hecho, toma su nombre dado que la finca se llamaba así.
Y es que más allá de la espectacularidad de los diseños que presentaban estos condominios campestres, uno de los aspectos más curiosos está relacionado con una propuesta urbanística. El Prado se orientaría 22 grados hacia el noreste para convertirse en un corredor de las brisas que entran a la ciudad.
Las brisas al barrio
Ante la curiosidad urbanística que hace de El Prado uno de los sectores más frescos de la ciudad, el Arquitecto y Magíster en Historia, Juan Pablo Mestre comentó algunos de los detalles relacionados con este barrio.
'Si se toma como referencia la trama urbana preexistente de Barranquilla, El Prado ‘rompe’ la grilla urbana buscando la orientación al nororiente, que es por donde se tiene la mejor entrada de brisas y vientos alisios que provienen del Río Magdalena'.
Sobre esto, el arquitecto añade que las consideraciones de pensarlo de tal forma surgieron a partir de la estructura que tendrían las casas, ya que al ser tan grandes y lo que se vendían era el confort, debía ser consecuente en todos aspectos.
'A todo esto se suma otro aspecto importante, la prominente arborización del barrio, la cual hace que en algunas zonas de este la temperatura ambiente sea uno o dos grados más baja que en el resto de la ciudad'.
Un fenómeno extendido
Sin embargo, el movimiento urbanístico que desarrolló la constructora de Parrish y de De la Rosa no solo quedó en El Prado, sino que también trascendió a otros barrios de la ciudad. Yalmar Vargas, director del programa de Arquitectura de la Universidad del Norte mencionó que: 'La trama urbana de El Prado con el giro que hace para recoger los vientos del río es solo el inicio de la visión urbanística que tenía la compañía constructora. Una vez con este proyecto desarrollado comienza a trabajar en otros que se adhieren a este movimiento'.
La visión de una ciudad que diera la cara al río era preexistente en los diseños y las construcciones de Parrish, por lo que también desarrollaron 28 barrios más en la ciudad que cumplen con características similares.
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'La empresa urbanizadora supo aprovechar el momento, es decir, encontró un modelo urbano funcional que aliviaba la carga de calor y a partir de ahí desarrolló proyectos como: El Prado, Alto Prado, Bellavista, Ciudad Jardín, El Poblado y El Tabor'.
Además también se destaca el caso de barrios como Boston o Recreo, este último simula en menor escala el Boulevard Central de Los Fundadores en la zona del Boulevard de la Carrera 41, coloquialmente llamado Boulevard de El Recreo.
El barrio fundador
Mirando hacia el presente y el futuro de El Prado, más allá de mantener una condición de temperatura mucho más fresca en consideración a otros barrios de Barranquilla por su concepción urbanística, este continúa siendo considerado el barrio fundador de la ciudad.
Sobre esto, Christian Maldonado, Doctor en Historia y Estudios Humanísticos de la Universidad Pablo de Olavide de España, mencionó la importancia de este.
'Con El Prado suceden muchas cosas interesantes, una de las más importantes es que este proyecto surge 20 años antes de que aparezca la primera facultad de Arquitectura en el país. En Colombia no hubo arquitectos hasta 1940 que se creó una escuela en la Universidad Nacional y después la segunda facultad en la Universidad del Atlántico, aquí lo que habían eran modelos urbanos extranjeros'.
Si bien El Prado fue un proyecto dirigido por Parrish también contó con el apoyo de Manuel De la Rosa. A este proceso de urbanización también se sumó la descentralización de los diseños.
'Si bien en su composición final El Prado posee elementos en común como los arcos, columnas, molduras y colores de orden clásico que terminan dando la sensación de unanimidad, pero que al detalle muestra su desarrollo ecléctico'.
Sobre esto último, Maldonado añadió que en su construcción cada dueño de casa quería que esta fuera a su gusto y raíces según fuese el caso, por eso se encuentran con acentos árabes, italianos y nórdicos.
Finalmente, todos los estudios e investigaciones que fueron aplicados en El Prado son un referente fundamental en el desarrollo de la ciudad actual, y un valor preponderante de este sector, tan importante como su trama urbana y arquitectura.





















