'Tumba aquí lo que tú quieras, pues mi primo es policía', decía Juanito Alimaña sabiéndose invencible ante la justicia.
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Sus fechorías han soportado el paso del tiempo y durante cuarenta años han hecho parte del imaginario colectivo y de las listas de reproducción de miles de personas alrededor del mundo.
Los relatos de esa 'selva de cemento', los atracos cometidos por este personaje y hasta la corrupción de las instituciones, son algunos de los temas que se tocan en la canción.
Juanito Alimaña, 'el rey de la fechoría', llegó a los oídos de los latinos de la mano de otro 'rey', el de la puntualidad, Héctor Lavoe, y 'El malo' de Willie Colón, en mayo de 1983.
Fue escrita por el compositor boricua Tite Curet Alonso e hizo parte del décimo primer y último álbum en conjunto entre Willie y Héctor, llamado Vigilante.
A cuarenta años de su salida al mercado, EL HERALDO consultó voces expertas para analizar el éxito de esta canción.
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‘El vigilante’, la película
Empezaba la década de los 80, Willie Colón y Héctor Lavoe llevaban cinco años separados como fórmula musical, pues aún seguían colaborando ya que ‘El malo del Bronx’ producía algunos álbumes para ‘El cantante de los cantantes’.
Sin embargo, Jerry Masucci tenía el deseo de traer de vuelta al Willie Colón de los 70 para un nuevo proyecto que estaba ideando: una película. Maravillado por el éxito que tenían cintas como El vengador anónimo, de Charles Bronson, Masucci recibió la propuesta de este largometraje de nombre El vigilante.
El elegido para protagonizarla era ‘El malo del Bronx’, pero para que todo estuviera completo faltaba Héctor poniéndole la voz a las canciones de la banda sonora. Así, Colón y Lavoe volvieron a trabajar en un álbum juntos, Vigilante, el cuál sería el último.
En total fueron cuatro canciones que tiene el álbum: Vigilante, interpretada por Willie Colón; Triste y Vacía, Juanito Alimaña y Pasé la noche fumando, en la voz de Héctor.
'La cinta en la que actuó Willie Colón fue protagonizada por Robert Forster, quien había tenido ese rol en The Last Fight, otra película coproducida por Jerry Masucci, el presidente de Fania Records, sello discográfico al que pertenecían Willie Colón y Héctor Lavoe', comentó a EL HERALDO Robert Téllez, escritor especializado en salsa.
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'Con mucha maña'
Con maña, con sigilo, se va acercando Juanito al mostrador, sin que lo vean saca un cuchillo, pide la caja registradora, toma su botín y huye. Así, tan rápido como suena, eran las fechorías descritas por Héctor Lavoe de este personaje.
A cuatro décadas de que el mundo conociera cuán rufián podía llegar a ser Alimaña, la canción sigue sonando fuerte.
Téllez comentó que la canción guarda cierto palarelismo con Pedro Navaja, autoría de Rubén Blades, publicada en el álbum Siembra junto a Willie Colón.
La correspondencia es tal, que en uno de los pregones de Juanito Alimaña Lavoe expresa: 'Ayer él iba muy triste, y llorando así bajaba. Vengo de un velorio brother, el de Pedrito Navaja'.
Willie, el revolucionario
Si hay alguien que tiene un gran mérito en que este trabajo discográfico se llevara a cabo es Willie Colón, quien además fue el productor musical, por lo que estuvo a cargo de cada detalle.
Eso fue algo que lo ha caracterizado en su trayectoria, por ser un músico que rompe esquemas. Es por eso que Álvaro ‘Pelusa’ Cabarcas, productor musical que trabajó con el Grupo Niche, definió a Colón como 'un revolucionario', por lograr crear un estilo propio.
'Nosotros tenemos que entender que hay alguien que rompió el molde de todo lo que estaba pasando en ese tiempo en la salsa y esa persona fue Willie Colón', comentó ‘Pelusa’.
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'La salsa viene del barrio'
La salsa desde sus inicios en sus letras ha plasmado el sentir y el pensar de las comunidades latinoamericanas.
En ese sentido, ahí está la clave para que aún 40 años después Juanito Alimaña siga teniendo tanta relevancia. De acuerdo con el antropólogo y especialista en Comunicación para el Cambio Social Camilo Pérez Quintero, las vivencias de los barrios han resonado en temas salseros, porque todos los barrios latinos tienen una Calle Luna, un Pedro Navaja o un Juanito Alimaña.
'Lo que hacen también las canciones como Juanito Alimaña es hablar del olvido estatal de muchos de estos contextos, o de problemáticas ligadas a la corrupción o incluso a las violencias y estigmas que viven estas comunidades (...) Más allá de que estemos hablando de cuarenta años de la canción, es un tema que si bien tuvo un lugar de producción en un contexto social muy determinado aún hoy sigue resonando con fuerza porque sigue hablando de nuestras realidades, siguen hablando de problemáticas que aún no se han transformado y no se han logrado solucionar'.
