- ¿Te veremos con Aurelio Cheveroni en la tarima?
- Yo no lo descartaría. JAJAJAJA.
Una llamada a la tarima hizo estremecer su cuerpo. Poco acostumbrada a la sofisticación inferible de una mujer en tacones, JULIANA se puso de pie ante una ola de aplausos en un expectante MGM Grand Garden Arena de Las Vegas, que de forma unánime, ovacionó a la joven colombiana tras ser revelada como ganadora en la categoría 'Nuevo Artista'.
{"titulo":"'La primera vez que me escuché en radio fue por una emisora barranquillera'","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/ruben-blades-en-entrevista-con-el-heraldo-barranquilla-y-su-carnaval-el-sistema"}
Midiendo paso a paso entre la ondanada de talento a su alrededor, se tomó un momento para respirar, observar y ver que en la medida que avanzaba, dejaba atrás a titanes del mainstream como Bad Bunny o Rauw Alejandro, invitados especiales a una de las noches de gala más importantes de la música latina.
Entonces supo que era cierto. No hizo falta un pellizco que la trajera de vuelta del mundo de fantasías de Alicia. Y cuando el mundo esperaba su voz, JULIANA hizo lo que mejor supo hacer: hablar a través de las canciones.
Cerrando los ojos, la joven artista bogotana interpretó 'Joaquín', una canción cargada de sentimiento que comenzó a idear bajo el paradisíaco entorno de San Andrés Islas, donde conoció la historia del pescador que relata entre compases de guitarra y ritmos que evocan identidad por lo que más ama: su país.
A través de la música busca llegar a los diferentes confines de un territorio con latitudes y posibilidades para todos los gustos. Por eso, en el marco de la divulgación de sus nuevas canciones, la artista se presentará este sábado 29 de abril en el teatro Mario Ceballos Araújo de la Universidad Autónoma del Caribe, en un espectáculo donde no solo mostrará lo mejor de sus canciones, sino que también será el primero después de su aparición en Colors.
A continuación, apartes de su conversación con EL HERALDO:
Te tendremos este sábado en Barranquilla, no es una ciudad fácil para cualquier artista, ¿Cómo te sientes?
La emoción de poder -por fin- ir a Barranquilla con mi música, por primera vez además, trae muchos nervios. Para mí cada show implica un revolcón de sensaciones y de compromiso, pero también de mucha felicidad. Yo recuerdo a Barranquilla con mucho cariño porque la visité cuando presentaba programas infantiles, haciendo obras de teatro por allá, y volver después de diez años con mis canciones es un regalo inmenso de la vida. Estoy muy emocionada, pero también muy a la expectativa de todo lo que me va a entregar esta ciudad preciosa.
Ahora mencionas el teatro y revisando videos de tus presentaciones, haces toda una puesta en escena no solo musical, sino de interpretación. ¿Cómo es preparar esa puesta en escena?
Creo que es una lectura muy acertada, para mí es imposible desligar la actuación de la música porque lo concibo como dos cosas que van directamente de la mano y de las cuales siempre voy a tomar una cosa para prestarle a la otra y siento que que eso pasa en este show. Este es un show más íntimo, para saber más la historia detrás de las canciones, qué estaba pasando cuando las escribimos, qué significan para mí y qué han terminado significando para otras personas. Además es una puesta en escena maravillosa. Somos cinco en escena y es un viaje invitando a las personas a florecer.
{"titulo":"Juan Pablo Vega, música y conexión con el sentido","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/juan-pablo-vega-se-lanza-con-me-vale-y-calienta-motores-para-debutar-con-su-big-band-960775"}
¿Cómo defines tus conciertos?
Es algo que me preguntan mucho. Yo siempre los defino como lugares seguros, donde uno se permite ser y sentir y ser vulnerable a través de la música. Aquí está bien sentir, gritar, bailar, y tanto para mí como para quienes están arriba y abajo del escenario, con el tiempo hemos visto que es bonito tener esta clase de espacios. Muchas veces me han dicho 'Qué bonito es poder tener un lugar para ser vulnerable', y eso para mí es un regalo gigante.
Esto va muy de la mano con un momento coyuntural que estamos viviendo, y es que por primera vez estamos hablando de salud mental a una escala nunca antes vista. Tu música nos invita a interiorizar, a conectar, pero eso lleva una responsabilidad. Entonces encuentras canciones como 'Joaquín', que tienen una carga grande. ¿Cómo es lidiar con esa responsabilidad?
Es una responsabilidad gigante eso y también contar historias, atreverse a contar historias que no son propias, porque de una u otra forma son personas que existen, sienten, y son acontecimientos reales, pero yo así como lo hago con los personajes y en la actuación, lo hago con todo el respeto y el compromiso del mundo. Eso y además con la ilusión de servir como visibilización. Siento que cuando viene desde ese lado desinteresado y de verdadera inquietud, todo lo bueno se antepone. Me gustan las historias que canto porque a veces uno no piensa que esas cosas pasan, porque generalmente no se ven en el día a día.
Entonces hay mucha responsabilidad social.
Yo creo que la música tiene que ser un vehículo también de reflexiones, historias y preguntas. Antes de empezar hablábamos de Rubén Blades y él para mí es una gran inspiración, es no solo un gran músico, sino que representa por el hecho de ser latino y es importante por el respeto con el que contó muchas historias que no le pertenecían, pero que con mucha generosidad las repartió al mundo.
JULIANA, ¿qué recuerdas de la infancia?
Mira, muchas cosas. Pero siempre llevo presente algo que me dijo una vez mi mamá. Una vez la escuché decirme que 'cuando haya cosas difíciles para decir cántalas, porque la música ayuda que ese tipo de cosas entren de una forma un poco más amable'. Mis canciones son también una responsabilidad, porque si escribiera solo de lo que me pasa a mí, se quedaría siendo muy personal, y la música tiene muchas maneras de concebirse.
Profundicemos un poco más en 'Joaquín'. ¿Cómo conociste esa historia?
Esa canción llegó como todas las mejores cosas de la vida: sin avisar. Yo no estaba buscando hacer ninguna canción. Ese día estábamos visitando San Andrés y Providencia, que son lugares muy especiales para mí porque viví allí por un par de años de mi infancia, y ese día estábamos comprando comida a unas señoras en el Malecón. Yo soy muy preguntona. Mi mamá y mi hermanita no querían comer en la calle, que eso no era lugar, y yo peleándoles porque es el mejor lugar. Entonces me senté en una banca y empecé a hablar con una de las señoras que estaba vendiendo.
Yo me puse a preguntarle desde que a qué hora se levantaban hasta cómo preparan la comida. Me empezó a explicar ese tetris familiar que es conseguir la comida desde la tierra y la pesca, entonces los hijos y los esposos también participan. Me dice entonces que su esposo era Joaquín y de un momento a otro hubo un silencio. Un día Joaquín salió y no volvió nunca más.
Fue tal la emoción que yo no pude ni me atrevía a preguntarle si lo encontraron bien. Ella sola fue hablando. Me dijo que un compadre de él encontró la embarcación y a él enterrado en un cayo. Entonces pensé que esa historia valía la pena ser contada, porque nosotros en las ciudades capitales muchas veces no somos conscientes del trabajo tan difícil que tienen que hacer nuestros agricultores y los trabajadores de la tierra, las aguas y de todo el país en general.
Cuando terminé de hablar con ella, literalmente me fui a una silla y empecé a pensar que no debe haber dolor más fuerte que el de perder a un hijo, o tal vez sí: perder al amor de la vida de uno. Así empezó 'Joaquín'. Al principio pensé que no debía ser yo quien debía contar esa historia, pero después llegó el huracán Iota y yo participé en 'Un canto por Colombia', y pensé que en ese momento lo mejor era cantar no una canción mía, sino una historia de San Andrés. Armamos la canción con mi equipo y esto, casi sin querer, no solo marcó mi carrera, sino toda mi vida.
Tras esta explicación ¿es Joaquín una de tus canciones favoritas?.
No te voy a decir eso de las mamás que no tienen a un hijo favorito, porque todas siempre tienen uno con el que se la llevan mejor (risas). Mira, mi álbum Dos Dos Dos tiene una canción que es 'Toda la vida'. Estaba en un momento de una sensibilidad tan bonita y el coro casi que salió de una sola pasada. Estábamos en el estudio y yo entré como en trance. Entonces salió y menos mal mi productor estaba grabando, yo pensé que no, pero sí. Es una canción muy especial. Esa y 'Electricidad', de mi primer álbum. Yo no soy de escuchar mucho mis canciones, pero esa sí la tengo en mis playlists.
'Toda la vida' tiene un sabor a vallenato. Y de hecho todo el álbum tiene muchos ritmos colombianos...
Después de ese tan bello regalo para mi vida que fue el Latin Grammy, sentía que como artista no podía hacer otra cosa que no fuera hacerle un álbum a mi país. Yo era la única colombiana nominada. Y es que todo lo que hago me lleva a Colombia. Porque o no hubiese nacido en Colombia nada de lo que me ha pasado a mí me habría pasado. Yo me considero la persona más colombiana (risas) porque amo todo de mi país. Yo viajo tres días por fuera y al cuarto ya estoy como esas señoras viejitas que reniegan por la comida como por el desayuno.





















