La pintura: arte que rompe barrotes y libera vidas

'Me diste, Fat, me diste, mi vale', fueron las últimas palabras de Andrés Felipe Santana en enero de 2012 cuando grabando un video musical en el barrio Las Nieves recibió un impacto de bala de manera accidental por su amigo Jhonny Gregorio Giraldo Salazar.

Tal como le sucedió al famoso actor Alec Baldwin en el rodaje de la película Rust, en el que finalmente murió Halyna Hutchins, directora de fotografía, tras un disparo del actor rodando una escena, la vida de Giraldo Salazar, conocido en el mundo del rap como Fat One, cambió repentinamente.

Fat o Fa’, como suena a veces por la rapidez al hablar de él y los suyos, se hizo conocido en la escena rap de la ciudad gracias al grupo 47 Corp y canciones como El velorio de un coleto o Pagó, vale mía.

Un año y medio de cárcel por el delito de homicidio culposo y seis años y medio por porte ilegal de arma fue la sentencia inicial de Giraldo por la muerte de su amigo.

Luego, en 2021 fue arrestado por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, sentencia de la que solo ha cumplido 18 de los 65 meses de condena.

Ahora tras los barrotes de la Penitenciaría El Bosque, que encierran cuerpos y no almas, años después del ‘éxito’ underground de esas canciones, vuelve a sonar y no por sus temas ni por sus escándalos, sino por haber sido el ganador de la convocatoria de arte del Premio Extramuros, organizado por la Fundación BAT.

Esta iniciativa propuso como tema Colombia y el medioambiente, en línea con el VII Salón BAT de Arte Popular, y por su obra Inframundo The Black Book Chapter One, Fat se quedó con el primer puesto.

Jhonny Gregorio Giraldo explicó que el arte es capaz de otorgarles libertad a aquellos que están privados de ella y agregó sentirse emocionado por el reconocimiento que ganó.

'Para mi obra me inspiré en animales que están en vía de extinción, pero que antes de la llegada de los españoles eran considerados dioses', puntualizó.

Acomodado en una esquina de la Galería de la Plaza de la Aduana, rodeado de arte, de lo que vive y respira, Fat detalló cómo el arte ha logrado otorgarle esa libertad espiritual que supera cualquier barrera física.

'Yo que estoy preso me siento tan libre, que tengo como alas. Siempre he tenido el apoyo de mis compañeros en el penal, siempre me exaltan y me dan la espiritualidad. Ahora que llegue me imagino la ovación', comentó emocionado.

Por eso el mensaje que envía a todos, privados de la libertad o no, es que el arte libera. 'Cuando salga se lo voy a decir a todos. A mí el arte me libera porque soy testigo de que muchos a mi alrededor no se sienten bien por la frustración del encierro'.

Una de las características puntuales de la obra ganadora fueron los ojos grandes y saltones de la rana arlequín flecha dorada que Jhonny plasmó en el lienzo. La razón detrás de esto está en una de las obras más importantes de la historia: La Gioconda o La Monalisa, del italiano Leonardo Da Vinci.

'Cuando dibujaba los ojos de la rana pensaba en Leonardo Da Vinci. Dicen que La Gioconda parece que estuviera mirando a uno, entonces siempre que hago algo trato de que la gente lo sienta así, aún cuando se trate del dibujo más sencillo', indicó.

Tal cual lo hizo el rapero boricua Tempo, por allá en 2007, con su álbum Free Tempo, que lo grabó desde la cárcel, como una manera de defenderse de las acusaciones que recibía en su contra. De la misma manera, Fat espera poder hacer su producción desde la Penitenciaría El Bosque.

Con una rutina que comienza bien temprano en la mañana con su dibujo. Luego, su mente gira hacia la pintura y, finalmente en las noches, su vida regresa a ese lugar que siempre lo ha hecho feliz: escribir.

'Yo sigo trabajando en el arte. Yo no freno, todos los días estoy trabajando para mi álbum El inframundo, ya estamos pidiendo los permisos para grabar desde la prisión', dijo emocionado el artista.

Precisamente el nombre hace referencia a las almas que se van hacia la oscuridad, pero no indicando un lugar sino un estado mental del cual se desea salir.