Si hubiera que resumir el 2021 en una sola palabra esa sería, sin duda, 'vacuna'. Por eso, y por lo que ha significado para todo el planeta, tenía que ser la palabra del año para la FundéuRAE.
Ha pasado un año desde que la palabra que tanto esperamos durante 2020 se hiciera realidad. Hace 365 días las imágenes que mostraban a los primeros vacunados de cada país inundaron los televisores y los periódicos de todo el mundo. El 8 de diciembre de 2020 el fin de la pandemia estaba un paso más cerca: la británica Margaret Keenan, de 90 años, recibía la primera vacuna validada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pocas veces habíamos deseado tanto que seis letras se transformaran en algo tangible, aunque el camino hasta conseguirlo no ha sido fácil: su desarrollo, reparto y administración a millones de personas fue —y sigue siendo— un enorme reto.
Pero, 12 meses después, se han administrado más de 8.300 millones de dosis en el mundo, según los datos de la OMS.
El sentimiento que nos evocaba esta palabra ha cambiado a lo largo de este año. Primero fue un símbolo de esperanza que marcaba el principio del fin de la pandemia. Con el tiempo, esa esperanza se convirtió en una nueva normalidad en la que las inyecciones y las largas filas frente a los puestos de vacunación eran lo habitual.
Ahora, tras varios meses en esta situación, regresan las restricciones, se recomiendan dosis adicionales y surgen nuevas variantes.
La voz 'vacuna' es hoy un recordatorio de que el coronavirus persiste, de que no debemos confiarnos.
Había dos grandes motivos para que la FundéuRAE eligiese 'vacuna' como su palabra del año 2021. Uno de ellos fue su interés lingüístico, requisito que toda candidata debe cumplir.
Para encontrar su significado actual, hay que esperar hasta la edición de 1914 del 'Diccionario', en el que, además de su ya habitual acepción relativa a las vacas, se incluía otra: ‘Cualquier virus o principio orgánico que, convenientemente preparado e inoculado en persona o animal, los preserva de una enfermedad determinada’.
Y así se mantuvo, con ligeros cambios, hasta llegar a la acepción que hoy recoge el 'Diccionario de la lengua española': ‘Preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa’.
Se trata de la sexta acepción, ya que, haciendo honor a su historia, las cinco anteriores están reservadas para las vacas.
El otro gran motivo por el que es la palabra del año es, obviamente, su presencia diaria tanto en los medios como en la mayoría de los ámbitos.


