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Las Comisiones Económicas del Congreso retomaron este miércoles la discusión de la reforma tributaria, un proyecto con el que el Gobierno pretende asegurar parte del financiamiento del presupuesto de 2026, pero que llega a su primer examen legislativo sin mayorías claras y con un ambiente político enrarecido.

El Ministerio de Hacienda presentó un texto ajustado frente a la versión inicial: retiró varios de los puntos más controvertidos —como nuevos impuestos al combustible, licores y a ciertos bienes con IVA— con la intención de rebajar la presión sobre el consumo y disminuir las resistencias dentro de los partidos. Aunque el Gobierno insiste en que el proyecto es indispensable para cubrir el faltante fiscal, el recaudo esperado, cercano a los 16,3 billones de pesos, sigue generando inquietudes entre bancadas opositoras y también entre algunos aliados.

Durante la sesión, la Comisión Cuarta del Senado aprobó el archivo de la iniciativa.