
Ayer por la tarde terminó en Lorica, Córdoba, la audiencia de lectura de fallo contra Cristian Bravo Núñez, a quien un juez de conocimiento condenó a 38 años de cárcel por hallarlo responsable del crimen de los estudiantes de la Universidad de los Andes, Mateo Matamala y Margarita Gómez, ocurrido el 10 de enero de 2011 a tres kilómetros de San Bernardo del Viento, frente a la finca San Francisco.
La Fiscalía apeló el fallo, al igual que lo hizo la defensa del implicado, tras afirmar esta última que el único testigo que señala a Bravo Núñez de haber participado en el doble homicidio, se contradijo en el juicio oral.
Cristian, confeso miembro de la banda criminal de ‘Los Urabeños’, fue el primer capturado en el proceso investigativo, y según los elementos probatorios de la Fiscalía, habría sido quien transportó en una moto a los estudiantes hasta el paraje solitario donde fueron acribillados.
Bravo era mototaxista en San Bernardo y fue la primera ficha del rompecabezas del crimen de los estudiantes.
La Fiscalía entrevistó a campesinos de Tinajones, en San Bernardo, quienes lo señalaron como ‘urabeño’.
Los testigos declararon que Cristian y otro personaje habían transportado a los muchachos en motos, horas antes del hecho.
Un testigo dijo que Bravo, además de campanero, tenía la labor de cuidar una caleta de cocaína que estaba en los manglares, donde, casualmente, los muchachos habían tomado fotos para su tesis en la facultad de Biología de la Uniandes.
“Cristian y otro sujeto, al parecer de esa misma banda, fueron quienes trasportaron a los dos cachaquitos al sitio. Cristian maneja la moto”, sostuvo el testigo.
El 14 de febrero de 2011, la Armada interceptó una lancha que iba de Cartagena a San Bernardo, donde viajaba Bravo y de inmediato lo arrestaron.
Por Eduardo García