La emblemática Séptima Avenida de Nueva York permanece apagada y desolada como casi todos los sectores de La Gran Manzana. La gente le teme a la pandemia desatada por el coronavirus, que hasta el miércoles había matado a 18.981 personas en Estados Unidos.
Testigo de este inusual paisaje en la urbe newyorkina es el barranquillero Víctor Pimienta Gómez, de 33 años, quien hace tres emigró a Norteamérica junto a su esposa Dayana Navarro (oriunda de Magangué) y sus tres hijos menores.
El hombre está dedicado a las ventas de vehículos y al servicio de transporte público Uber, pero por la crisis que sacude al país ahora solo percibe ingresos de este último oficio.
Por la naturaleza de su trabajo recorre a diario no solo Nueva Jersey, donde reside, sino el gigante Nueva York. Afirma que en la última semana la demanda de pasajeros bajó de manera ostensible afectándolo en sus finanzas.
'Nueva York da terror. El martes por la noche grabé un video en un recorrido que hice por la Séptima Avenida, y todo estaba solo, me dio dolor porque normalmente allí no cabe un alfiler. Es doloroso también ver muchas grúas cargando cadáveres en camiones refrigerados'.
Pimienta, que creció en el barrio Los Robles de Barranquilla, reconoce que por su trabajo está expuesto al contagio, por lo que tuvo que extremar las medidas sanitarias no solo para evitar contagiarse él con el virus, sino para proteger a su hijo de 7 años, que padece problemas de plaquetas.
Para evitar que el niño salga al especialista, a su esposa le enseñaron cómo administrarle los medicamentos. 'Yo cargo alcohol, tapabocas, guantes, desinfectante, me protejo porque además soy el único que sale del apartamento por razones de trabajo, y para comprar lo que necesitemos', dice.
Confiesa que están viviendo de unos ahorros que tenían guardados y del servicio Uber, y desde hace tres días pretende acceder al seguro de desempleo que da el Gobierno, pero no ha podido.
'El 75 por ciento de los contagiados son latinos, es que no nos cuidamos, salimos a la calle desprotegidos. En cambio, los norteamericanos sí son un ejemplo', añade.
Para este exinvestigador judicial la pandemia es algo que tomó por sorpresa a Estados Unidos. 'Veo imágenes de Barranquilla de gente que sale a patear balón o jugar dominó. Esto es serio, por favor. Guárdense en sus casas', recomienda con voz angustiada.




















