Investigadores de la Universidad de Córdoba descubrieron otra especie de araña saltarina a la que han denominado Noegus Sombrerovueltiao.
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Esta especie, de acuerdo con los estudios realizados, habita en área rural del municipio de Momil, específicamente en las comunidades de San Miguel y Mata de Caña.
Su nombre se debe a que el palpo masculino se asemeja a la figura del sombrero sinuano y segundo, para hacerle homenaje a la artesanía de las sabanas de Córdoba y Sucre.

Léiner Suárez Martínez, líder de la investigación, es biólogo egresado de esta alma máter y nativo de la zona donde se hizo el descubrimiento de la especie, y quien en la investigación estuvo acompañado por los también científicos, Jorge Quiroz Rodríguez, docente del programa de Biología, facultad de Ciencias Básicas y Edwin Bedoya Roqueme, vinculado con la Universidad Estadual de Goiás Brasil, doctor en Taxonomía de Arácnidos.
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Suárez también descubrió en 2024 una primera especie de araña saltarina, a la que le denominó Ceriomura Momilensis, en honor a la región de Momil, donde desarrolló la investigación para su tesis de grado.
Para reconfirmar que la araña saltarina que fue hallada en una pequeña zona boscosa de Momil, en cercanías de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú, no existe en ningún otro sitio del planeta, los investigadores hicieron cruce de información con el Museo de Zoología Comparada de Harvard (MCZ), que se encarga de investigar y documentar la vida animal y con el Museo Argentino de Ciencias Naturales, referente en la comunicación pública de las ciencias.

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“La encontramos en un pequeño parche de bosque un poco conservado, es una zona con características óptimas para nuevos hallazgos, por la conservación y la Ciénaga Grande que es un sitio de amortiguamiento, son sitios de pocos estudios en el Departamento, que cuando los exploramos se puede dar la oportunidad de nuevos hallazgos, este, por ejemplo, es pieza clave para la conservación en nuestro Departamento, puesto que las arañas saltarinas en general son controladoras de las poblaciones de insectos, y nos muestra que el país sigue siendo potencia mundial en biodiversidad”, relata el biólogo Léiner Suárez Martínez.
Explican los científicos de la investigación que la identificación taxonómica de N. sombrerovueltiao se sustentó en un análisis detallado de la morfología del palpo masculino y del epiginio femenino, estructuras diagnósticas esenciales en aracnología.
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Agregan que se compararon caracteres primarios, como la forma y orientación del émbolo y las apófisis tibiales, así como rasgos secundarios, con los de sus congéneres más cercanos. Este examen permitió detectar diferencias consistentes con Noegus spiralifer y otras especies afines, validando su reconocimiento como taxón nuevo para la ciencia.
Este hallazgo no solo representa un aporte significativo al inventario biológico global, sino que también resalta la importancia de conservar los ecosistemas donde habitan estas especies, como la reserva donde se registró N. sombrerovueltiao. Proteger estos ambientes es fundamental para salvaguardar organismos únicos y garantizar la continuidad de la investigación científica.