Cuatro meses ya han pasado desde la llamada que avisó a Deivy Cepeda y a Lourdes Rodríguez que su hija había fallecido en la urgencia de la Clínica Portoazul tras cerca de 48 horas de lucha por su vida.
El caso de la muerte de la joven Valentina Cepeda, que se ha debatido entre versiones de feminicidio y un posible suicidio, se dio a conocer el pasado 10 de abril, cuando se reportó su deceso en el centro asistencial.
Ahora, para seguir exigiendo justicia, familiares y amigos anunciaron su participación en una eucaristía en la Catedral Metropolitana María Reina este sábado 10 de agosto y, posteriormente, de una velatón realizada por un colectivo feminista en cercanías a la Plaza de la Paz, sobre la carrera 46.
“La idea es de nosotros y de los grupos feministas que han estado pendientes del caso de mi hija. Ha habido mucho despliegue y mucha atención porque aquí en el Atlántico se han desarrollado muchos casos (asesinatos de mujeres), entonces lo que nosotros queremos, más que todo ha sido a nivel institucional y a nivel de la veeduría ciudadana, la veeduría de mujeres, que se investigue el caso de mi hija”, expresó el padre de la joven.
De acuerdo con Deivy Cepeda, “la Fiscalía ha mantenido un hermetismo respecto a este caso”.
En ese sentido, explicó a EL HERALDO que “la información no es muy clara y que ellos dicen que no ha habido una prueba técnica donde ellos puedan inclinar el caso hacia el feminicidio, entonces que la situación es tan confusa porque igualmente las llaves que se le aplicaron a la niña en su cuello y donde está o sea el punto de muerte de la niña, eso por estrangulamiento, asfixia mecánica, entonces pero ellos no han todavía evidenciado”.
El caso
La versión que se manejó en su momento sobre el hecho fue una entregada por la pareja de la joven. Esta persona fue quien alertó a la Policía sobre el caso el martes 9 de abril, entre 9:30 y 9:50 de la mañana, luego de hallar a Valentina en una habitación del apartamento en el que ambos residían, en el conjunto residencial Torres de Villa Campestre, en Puerto Colombia.
Según la versión del hombre, la joven tenían una sábana atada a su cuello y su cuerpo estaba suspendido, pero sus rodillas rozaban el piso.
Por ello, este habría fotografiado el cuerpo de la joven —lo dijo a la autoridad—, pensando que se trataba de una broma de ella, pero al notar que esta no atendió a los llamados decidió descolgarla y darle “respiración boca a boca”.
Con ayuda de la Policía, Rivera Ramírez llevó a la joven a la clínica en mención y en este centro asistencial se produjo su deceso un día después.





















