Lo único que Marta Díaz anhela es estar junto a su hijo, el barranquillero Andrés Felipe Henao Díaz, quien desde hace seis meses reside en la provincia de Jilin, capital de Changchún, al norte de China, a donde llegó a dictar clases de inglés.
El brote del coronavirus o del Covid-19, como se le conoce científicamente, mantiene en cuarentena a la provincia donde está Henao, de 33 años.
'No dejan salir a nadie y él ha hecho todo lo posible para venirse por su cuenta, pero no se lo permiten. Me dice que el alimento está escaseando y su estado de salud físico y mental se está deteriorando', asegura la mujer.
Marta narra que casi todos los días su hijo le cuenta sobre cómo está la zona por donde vive. 'Me comenta que las calles están desoladas y que cuando salen a hacer compras se muestran muy nerviosos'.
Agrega que desde hace varias semanas ha intentado tener algún tipo de acercamiento con la Cancillería, pero ha sido 'difícil'; también, asegura que ha pedido ayuda a la Defensoría del Pueblo para que intervenga en favor de Andrés Felipe.