
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ayer que no huye ni dimitirá por el escándalo sexual en el que se ve envuelto, denunció que la fiscalía de Milán le ha espiado y acusó a su ex aliado Gianfranco Fini de formar parte de un proyecto 'subversivo' contra él.
'He reaccionado ante una agresión y no huyo ni dimito', afirmó Berlusconi en una intervención telefónica, en directo, en un congreso de su partido, Pueblo de la Libertad, en Milán, donde calificó la situación creada de 'grave y paradójica'.
Berlusconi denunció un 'clamoroso uso político de la justicia'. EFE
Roma.





















