Centennial, Colorado, EE.UU. James Holmes será sentenciado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional después de que un jurado no pudo ponerse de acuerdo el viernes sobre si debería ser condenado a muerte por la masacre que provocó en un cine de Colorado.
Las nueve mujeres y tres hombres del jurado dijeron que no pudieron llegar a un veredicto unánime en cada uno de los 24 cargos de homicidio. Eso elimina automáticamente la pena capital para el neurocientífico fallido, cuya defensa argumentó que mató a 12 personas debido a que está enfermo de la mente.
Los fiscales argumentaron que Holmes merecía morir porque planeó metódicamente el ataque de 2012 en una presentación a medianoche de una película de Batman, e incluso escuchaba música techno en audífonos para no escuchar a sus víctimas gritar.
El mismo jurado había rechazado el argumento de la defensa sobre su enfermedad mental, ya que consideró que Holmes era capaz de distinguir el bien y el mal cuando mató a 12 personas e intentó asesinar a otras 70.
Víctimas, indecisas sobre pena capital
Jurados comenzaron a deliberar el jueves por la tarde sobre si Holmes, de 27 años, debería pasarse el resto de su vida en prisión o ser sentenciado a muerte. Luego de dos horas, se fueron a casa sin alcanzar una decisión. Las deliberaciones se reanudan el viernes.
Las víctimas de Holmes mostraron disntintas posturas sobre cuál era la sentencia apropiada para el ex estudiante de neurociencias y enfermo mental, que asesinó a 12 personas e intentó matar a otras 70. Tampoco existe consenso sobre si la sentencia aliviará el dolor y las pérdidas.
Robert Sullivan dijo que la muerte era el único castigo justo para el hombre que mató a su nieta de 6 años, Veronica.
Pero a Lonnie Phillips, cuya hija, Jessica Ghawi, de 24 años, falleció en el ataque, le preocupa más las décadas de apelaciones que frecuentemente acompañan una sentencia de muerte.
'Si las cosas fueran como quiero, iría a prisión el resto de sus días y no tendría que pasar por el proceso de apelación, en el que tengamos que volver a ver su rostro o escuchar su nombre', comentó Phillips. 'Queremos dejarlo en el pasado'.
Al condenar a Holmes, el jurado rechazó las afirmaciones de que el atacante, diagnosticado con esquizofrenia, estaba tan enfermo mentalmente que no podía distinguir el bien del mal.
Para Weaver, quien recibió un disparo de escopeta en el hombre, y cuya amiga, Rebecca Wingo, fue asesinada, el tema sobre si Holmes debe morir, siempre será complejo.
Inmediatamente después del tiroteo, Weaver, quien trabaja en una organización que ayuda a los ex convictos a encontrar empleos, se aferró a su creencia de que las personas pueden cambiar.