'Desde muy pequeña sabía que era diferente, que mis huesos eran diferentes, pero mis muletas no iban a ser un obstáculo, eso me haría una mejor persona', dijo Elsa Noguera, presidenta ejecutiva de Scholas Colombia, exministra de Vivienda y exalcaldesa de Barranquilla, frente a un auditorio colmado de mujeres, aunque uno que otro hombre se colaba entre las sillas.
Ella fue la primera ponente en Mujeres de impacto, un evento desarrollado por Foros EL HERALDO que busca reconocer la labor femenina en la sociedad.
Su mamá, afirmó, fue la mujer más positiva en su vida. 'Siempre me decía que mañana será otro día, y así yo asumía las cirugías con mucha esperanza... Y es eso lo que nos falta'.
Ella entregó un mensaje 'un poquito más esperanzador', como lo llamó comparado con las cifras entregadas previamente por el presidente de la junta directiva de esta casa editorial, Carlos De la Rosa, donde se evidenció que 870 millones de mujeres en el mundo son analfabetas, según la Unesco, y más de un tercio de la población femenina ha sufrido violencia.
A través de historias, anécdotas y mensajes en su participación, llamada ‘El arte de ser mujer y vencer’, subió a la tarima del Centro de Convenciones Combarranquilla Country acompañada de un bastón rosado y entregó lo que para ella son las claves.
La primera: 'los límites no existen', y así recordó sus trabajos. 'Si no somos optimistas cada vez que haya un obstáculo nos vamos a achantar'. Ser disciplinados y valientes es fundamental también, aseguró.
'Todos en la vida sentimos miedos y temores. Es normal y es parte de la cotidianidad. Lo que diferencia a un líder del que no lo es, se basa en que se atreve', afirmó.
Para ella, las mujeres 'sí sueñan y se atreven. Dejar huella es trascender, no solo en la vida de los demás, sino lograr satisfacciones en la nuestra'.
Inicio del panel
Lo siguiente en la agenda fue el panel ‘Los roles de la mujer en sociedad: conquistando la igualdad de género’, del cual hicieron parte Natalia Abello, vicepresidenta de asuntos corporativos de Promigas; Mónica Lindo, docente e investigadora de la Universidad del Atlántico y directora artística de la Corporación Cultural Barranquilla; Zandra Vásquez, secretaria de la Mujer y Equidad de género del Atlántico; Kelis Peduzine, futbolista profesional; y como moderadora Viany Pérez, macroeditora de EL HERALDO.
Para Zandra Vásquez 'las mujeres somos tan decididas que sacamos adelante todo lo que ponen en nuestras manos', dejando el mensaje que se necesitan mujeres en el área política.
Desde su experiencia en un campo donde muchas veces no hay apoyo familiar y se presentan casos de discriminación, Kelis Peduzine aseguró que el éxito es 'cuestión de disciplina y dedicación'.
Sobre esto último Natalia Abello sostuvo que la labor que ellas están desarrollando ahora es 'para abrirle camino a otras mujeres' en una lucha.
'La preparación para asumir un rol de liderazgo es fundamental porque aun cuando se ha avanzado hay que demostrar que estás ahí porque lo mereces', sostuvo.
Mónica Lindo dio otra de las palabras claves de la labor femenina: pasión. Para ella esta debe ser la base de la vida, del trabajo y de lo que se hace día a día.
Óptica masculina
Los hombres también hicieron parte del evento y no únicamente como asistentes. El primero en hablar a través de un video fue Ricardo Ayllón, conferencista mexicano.
'Cuando hablamos de igualdad de género nos referimos a las mismas oportunidades para hombres y mujeres', indicó.
Se trata entonces de ver qué pueden hacer los hombres desde su rol para lograr la participación equitativa. 'Lo primero es la corresponsabilidad, por ejemplo, en involucrarnos en las tareas del hogar'.
Como segundo elemento mencionó la violencia contra las mujeres 'que en gran medida viene de los hombres y no es solo física'.
Con café en mano René Puche, presidente de la Sociedad Portuaria de Barranquilla; Juan Carlos Peña, director de operación Costa Caribe de Endeavor, y José Manuel González, sexólogo, siguieron hablando de la participación masculina en estos procesos.
'Los hombres necesitamos unas gafas diferentes. No sabemos cómo son las cosas, y no se trata de hombres versus mujeres, es hombres + mujeres', aseguró Peña.
Puche habló desde su experiencia como hermano, esposo y padre de mujeres. 'No vale la pena competir porque no tenemos nada que hacer, somos complemento', aseguró, agregando que 'la mujer juega un papel invaluable en la sociedad'.
Para González 'el machismo es una cosa que tenemos que acabar' y cuestionó firmemente la educación sexual dada por los padres a los niños y jóvenes, puesto que la primera información que tiene no la consiguen a través de ellos, sino de la pornografía en internet 'donde se enseña que la mujer es un objeto y es violentada'.
Peña indicó que 'se deben celebrar más los casos importantes de mujeres que asumen roles de liderazgo'.
Historias de vida
A través de su experiencia, Gina Potes, sobreviviente de la violencia de género, fundadora y directora de la Fundación Reconstruyendo Rostros, motivó a las mujeres a ser resilientes, a salir en muchos casos del '¿por qué a mí?' Y trascender al '¿para qué?'.
Con 30 entradas al quirófano y más de 70 procedimientos quirúrgicos rememoró que hace 22 años golpearon a su puerta, abrió y con ácido la quemaron a ella, su hijo de tres años y su hermana.
'Me roban la identidad a los 20 años. Esos sueños, ilusiones y ganas de comerme el mundo se alejaban', pero la vida continúa y afuera el sol sigue brillando. 'Crucé la delgada línea, pasé de víctima a sobreviviente, resiliente y empoderada'.
Ella no es la única víctima en el país. Son más de mil agresiones con agentes químicos en Colombia. Y es ahí donde mencionó las 'falsas creencias del patriarcado' donde se acude a la culpa, 'esa que mata doble, revictimiza y perpetúa los hechos violentos'.
Su reflexión final es que esto no se trata de un problema de mujeres, es un tema de salud pública donde debemos actuar todos. 'Hagamos un pacto donde los hombres también sean parte'.
Con una historia llena de motivación y berraquera —con b y preferiblemente en negrilla, dijo—, Marcela Aristizábal se acercó a los asistentes destacando que 'cada ser humano tiene un rol y debemos descubrirlo'.
Ella, que perdió al papá de su hijo mayor a los 19 años y viene de una familia humilde, narró sus experiencias a lo largo de los años que la convirtieron en lo que es hoy, cuya principal fortaleza fue 'aceptar a la Marcela que había'.
'Hay que cerrar ciclos, salir de ahí. Y la única persona que la puede sacar de ahí es usted… y con berraquera', afirmó.
El mensaje es que 'a todos nos han tocado cosas difíciles, tenemos que quitarnos de la cabeza la victimización, está en nosotros encontrar ese salvavidas'.
El cierre estuvo a cargo de Karen Abudinen, alta consejera presidencial para las regiones. Ella recordó a sus 'superabuelas', destacando que una de ellas trabaja con 85 años. Su mamá, recalcó, es la que 'todo lo resuelve'.
En su concepto las mujeres 'inyectan dulzura, ganas y pasión' en todos los proyectos y en la vida en general.
Con diferentes trabajos, experiencias y valores familiares —dijo— se convirtió en una mujer que 'genera transformaciones'.
Así fue como en un entorno de hombres y mujeres se creó un espacio para reconocer historias, vivencias y retos que como sociedad se deben asumir en pro de la equidad y de celebrar los logros que a lo largo de los años se abren paso en el género femenino.




















