El Heraldo
Julia Rodríguez y su socia junto a los accesorios de su emprendimiento. Cortesía
Economía

Comerciantes de Villas de San Pablo estrenan app de economía colaborativa

La solución tecnológica promueve la integración entre los microempresarios informales de este sector.

Julia Rodríguez Cuesta vive en las Villas de San Pablo desde 2014 y algo que siempre le llamó la atención fue el vínculo que existe entre los habitantes del sector y el espíritu emprendedor que allí se vive. Este último la llevó a materializar su sueño: un micronegocio, bautizado como ‘Bayarte y Tejido Julia’, encargado de realizar artesanías con la palma de Iraca.

Esos valores de solidaridad y de emprendimiento implícitos en la comunidad, los llevaron a ser seleccionados por la Fundación Santo Domingo y el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID Lab) para ser el primer barrio de Barranquilla en contar con Quipu Market, una plataforma de inclusión financiera que, basándose en la economía colaborativa, le permite a los comercios informales de barrio ofrecer nuevas alternativas para visibilizar la oferta de productos y servicios locales al igual que facilita el comercio sin dinero físico.

Esta iniciativa que nació en el seno del MIT en 2018 y que se trabajó codo a codo con la comunidad de Villas de San Pablo por año y medio, tomó una mayor relevancia al darle visibilidad a los comercios informales afectados por la crisis sanitaria y económica a raíz de la COVID-19.

¿Qué es Quipu Market?

Mercedes Bidart, cofundadora de Quipu Market en diálogo con EL HERALDO precisó que al digitalizar la oferta de los productos “visualizamos y conectamos” con aquellos microempresarios de estos barrios que suelen tener su comercio en el interior de su hogar y que se promocionan por el tradicional boca a boca o por un cartel en la calle. “Ahora tienen una posibilidad de estar en un mercado digital, ya que los que existen actualmente no abarcan a los microempresarios porque su compra y venta es local”.

A su vez, la plataforma creó un sistema de vouchers digitales respaldados por la producción de quienes son parte del mercado local con los que se puede intercambiar, comprar y vender los productos. “Es un voucher de intercambio y no de acumulación. El propósito es que uno lo consuma en el mercado digital. Están respaldados por la oferta de productos y servicios en el mercado”, comentó Bidart.

Familiaridad en Villas de San Pablo

José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, comentó a EL HERALDO que la apuesta por la comunidad de Villas de San Pablo se debe a la “buena relación que desde hace años hay con los líderes que trabajan en la comunidad. Esto fue una de las grandes ventajas de trabajar con ellos”.

Para Mercedes Bidart ese estrecho vínculo entre las partes fue clave en el contexto de adopción física, que duró año y medio, pero más aún en tiempos de pandemia. “Al no poder estar físicamente, esa conexión con los líderes comunitarios fue clave. En tres semanas logramos sumar 40 microempresarios sin estar presencialmente”.

Cristina Ahumada, creadora de la marca de ropa ‘La esencia de mi origen’ es residente del barrio desde hace un año y una entusiasta de la iniciativa. “Es fantástica porque con ella apoyamos a lo local”, dijo.

Esta microempresaria se describió a sí misma como “multiplicadora”, ya que “a donde quiera que voy y me encuentro un negocio que no está en la aplicación, lo motivo a inscribirse”. Con esa dinámica convenció, por ejemplo, a la droguería de su zona.

“Villa de San Pablo es pequeño. Tenemos varias cosas, pero otras no las tenemos. La aplicación nos da a entender cuáles son esas cosas que nos hacen falta para el que pueda, intente abrir un negocio sobre eso”, describió Ahumada.

A su turno, Julia Rodríguez precisó que “esta iniciativa es maravillosa ya que nos permite dar aún más a conocer dentro de la comunidad y nos facilita el no tener que salir y así evitar cualquier contagio”.

Los próximos pasos de Quipu

La cofundadora de la aplicación, Mercedes Bidart, precisó que los próximos pasos de la aplicación, en el corto plazo, están en la consolidación en el mercado local de Villas de San Pablo y luego “reescalar” la iniciativa en otras zonas de la ciudad para posteriormente llevar el proyecto a otros municipios del departamento del Atlántico, el país y América Latina, especialmente a su Argentina de origen.

Por su parte, José Francisco Aguirre, director ejecutivo de la Fundación Santo Domingo, enfatizó que el proyecto busca ser un modelo “escalable y replicable”, un “referente en la reactivación económica” de la ciudad y el país.

En ese sentido, los datos transaccionales recolectados por la aplicación contribuirán a “tomar mejores decisiones a la comunidad y a los actores como microfinancieras o inclusive, al sector público”, según explicó Bidart.

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