B/quilla, una de las ciudades con mayor y más rápida recuperación del país
Un análisis del banco BBVA revela que el consumo empezó a recuperarse gracias al proceso de apertura de nuevos sectores en julio.
A pesar de que durante la cuarentena el consumo en Barranquilla registró una importante reducción debido a las medidas para frenar la expansión del coronavirus, esta es una de las ciudades del país donde se presenta una mayor y más rápida recuperación.
De acuerdo con el indicador BBVA Economic Tracker Consumo, mientras en la capital del Atlántico el consumo en julio tuvo una contracción de 33% frente al mismo mes de 2019, en los primeros días de agosto, tras las reactivaciones, la caída ya estaba en 18%. A nivel nacional, el consumo de bienes del 1 al 10 de agosto cayó cerca de un 25% frente al mismo periodo del año anterior.
María Paula Castañeda, economista de BBVA Research, explicó que entre las grandes ciudades de Colombia, Barranquilla fue una de las primeras en alcanzar elevadas cifras de nuevos casos diarios de Covid-19 a principios de junio, por lo que el gobierno local tomó la decisión de implementar nuevas cuarentenas y medidas restrictivas estrictas, lo que generó un deterioro mayor del consumo durante junio y julio que en el resto de capitales.
“Sin embargo, con la disminución de casos y ocupación de las UCI, se inició un proceso de apertura de la economía a finales de julio que impactó de forma muy positiva el consumo en agosto, generando un impulso de cerca de 25 puntos porcentuales respecto al nivel más bajo alcanzado en julio”, destacó la experta en entrevista con EL HERALDO.
Señaló que en contraste, en ciudades como Medellín y Bogotá se implementaron nuevos cierres en parte de julio y casi todo agosto, razón por la cual en los últimos datos disponibles, en estas ciudades se observa un reciente deterioro del consumo.
En el gasto de bienes durables, el sector de vestuario recuperó 35 puntos porcentuales en agosto en Barranquilla, tras registrar niveles mínimos en junio.
La Costa mejora
Un análisis de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercados de Bancolombia destaca el comportamiento de las ventas al por menor en Barranquilla y Cartagena, que tuvieron su mejor semana (15 al 21 de agosto) desde que inició la cuarentena y completaron seis semanas con “progreso constante”.
Los analistas atribuyen en parte la recuperación a la evolución de la pandemia, pues en la región el pico de contagio se dio de manera acelerada frente a otras. “Se espera que con la reapertura de sector turístico, las ciudades de la región Caribe, en especial Santa Marta, por su alta dependencia, aceleren su proceso de recuperación”, detalla el informe.
En agosto se observa un buen comportamiento de la región, pese a contar con un numero elevado de contagios. “Sin embargo, la menor tasa de crecimiento del virus por millón de habitantes ha ayudado a mejorar la dinámica del comercio presentando una clara tendencia a la recuperación desde hace cinco semanas”, agrega.
Cambia el panorama
El indicador BBVA Tracker Consumo realiza un seguimiento en tiempo real y con datos de alta frecuencia del comportamiento del gasto y toma el pulso a la recuperación de la economía.
El consumo en abril cayó 40% en términos anuales, pero en julio ya se había recuperado cerca de 30 puntos porcentuales respecto a abril, ubicándose en -9,4%.
“Lo que hemos visto, con base en nuestro indicador, es que a partir de abril, mes en el cual se vivieron las medidas más estrictas de movilidad en el país y el consumo llegó mínimos, este se ha ido recuperando de forma gradual”.
Sin embargo, las nuevas cuarentenas que se han realizado en algunas ciudades deterioraron el ritmo de recuperación que traía el consumo generando una caída del 20% anual en agosto.
18% cayeron las ventas al por menor en Barranquilla en la semana del 15 al 21 de agosto, frente a un -35% en la última semana julio.
Nuevas tendencias
Con base en una clasificación entre bienes y servicios, los indicadores de BBVA muestran que el consumo de servicios ha caído más del doble de lo que cae el de bienes.
Castañeda dijo que esto se debe a que la mayoría de servicios tienen carácter presencial y por las condiciones vigentes resultaba difícil hacer uso de ellos; por ejemplo, visitas a salones de belleza, consultas médicas, turismo, entre otros, mientras que los bienes resultaba más fácil seguir consumiéndolos, especialmente los básicos como alimentos y productos de salud y cuidado personal, cuyo consumo aumentó en el aislamiento.
A esto se suma que cuando hay pérdida de ingresos en los hogares se priorizan los gastos básicos sobre otros menos esenciales como vestuario, entretenimiento y turismo. “Según nuestros datos, el gasto en alimentos antes de la pandemia representaba, en promedio, el 24% del gasto total de un hogar y pasó a tener una participación cercana al 40%, mientras el grupo de vestuario pasó de representar 8% del gasto total a menos de 3%”, indicó la experta.
Empleo es clave
Las restricciones de movilidad y la pérdida de ingreso de los hogares han sido los grandes generadores de cambios en los hábitos y patrones de consumo de los hogares.
La caída en los ingresos se explica por el deterioro del mercado laboral. Entre febrero y abril más de 6 millones de personas perdieron el empleo. Si bien entre mayo y junio se recuperaron 1,8 millones, el empleo aún está por debajo de los niveles de ocupación previo a la pandemia.
“El principal reto de la economía es recuperar los niveles de ocupación e ingresos en el mercado laboral”, señaló Castañeda.
Afirmó que el comportamiento del empleo dependerá de la gradual apertura de los sectores económicos y de la recuperación de la actividad productiva más afectada por la pandemia. No obstante, este proceso será lento porque en el periodo de crisis se generaron daños estructurales en la economía, con una reducción del crecimiento potencial del país.
Sostuvo que la decisión de gasto de los hogares también dependerá de su nivel de confianza y, especialmente, en las actividades que requieren interacción social, de una credibilidad de las medidas de bioseguridad.
