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Una paciente recibe servicios estéticos en un centro especializado. Shutterstock
Economía

Barranquilla puede ser una potencia en turismo de salud

Aumentan turistas que llegan a la ciudad para realizarse intervenciones médicas  Hoteles deben adaptar servicios a nuevas exigencias.

En la entrega de los World Travel Awards 2019, conocidos como los Óscar del Turismo, Colombia fue escogida como el principal destino de Suramérica, sobre todo por su potencial en naturaleza, cultura y como centro de reuniones. Este resultado no es sorpresivo para la industria turística nacional, pues en los últimos años se han venido diversificando los servicios que se ofrecen desde el sector, mientras crece el número de personas que escogen a Colombia como destino vacacional.

Pero hay otro tipo de turismo que mantiene una tendencia creciente: el turismo en salud. Un estudio liderado por María Isabel Castellano, directora académica de la Escuela de Negocios de Uninorte, muestra que desde hace varias décadas Colombia se ha posicionado como destino atractivo para personas que presentan trastornos de salud, en especial, en oftalmología, estética, medicina curativa y de bienestar.

De acuerdo con Castellano, esta tendencia ha sido más creciente a partir de 2012, lo cual se explica por factores relacionados con la situación de Venezuela, el alto nivel de experticia y reconocimiento de los profesionales de la salud nacionales y los costos asociados, que son mucho más asequibles que en Europa y América del Norte. Pese a esta buena noticia, el sector turístico no ha desarrollado suficientes estrategias para aprovechar mejor el turismo médico o de salud.

El objetivo del estudio liderado por Castellano era medir los estándares de calidad de los hoteles de Barranquilla en la atención a turistas de salud. Para eso se tomó una muestra de 10 hoteles de la ciudad que accedieron a participar y se consultaron gerentes de agencias de viajes y 200 turistas de salud que fueron seleccionados con ayuda del personal médico de los centros de salud acreditados internacionalmente, entre octubre y diciembre de 2018.

“Las empresas hoteleras, pequeñas, medianas y grandes, no han adecuado su infraestructura, personal y planes de oferta, para capturar este sector de la sociedad mundial que requiere de un espacio y atención acorde con su condición de turista-paciente. Aunque el servicio que ofrecen es uno de los mejores de la región, el modelo de negocios que los identifica está diseñado para el turista convencional, no para un turista de salud”, dice la profesora Castellano.

Una oportunidad

Para Dorian Martínez, profesor de la Escuela de Negocios de Uninorte, el sector hotelero de Barranquilla ha invertido en la actualización tecnológica y creación de nuevas instituciones, con lo cual se ha robustecido la oferta de servicios. Es un cambio significativo que ha impulsado el desarrollo económico en diversos sectores en las instituciones de salud, hotelería y gastronómico.

“La ciudad cuenta con una dotación hotelera suficiente para atender la demanda actual de hospedaje, entre ellos el turismo de salud, tanto regional, nacional e internacional, al punto que Cotelco, representante gremial, recientemente, solicitó de manera oficial a las autoridades de la ciudad estudiar con más detenimiento la construcción de nuevos hoteles y así evitar la sobre oferta”, agrega Martínez.

Según Situr Atlántico, entre el 12% y el 17% de los turistas caracterizados (consultados) en el aeropuerto y terminal de transporte llega a Barranquilla por motivos de salud y atención médica.

Aunque en la ciudad hay buena percepción sobre la estructura hotelera, la capacidad del turismo aún es muy débil. Según Martínez, para hacer más atractivo el turismo es necesario realizar convenios con el sector turístico de Santa Marta y Cartagena para empaquetar productor turísticos de valor.

La infraestructura hotelera de Barranquilla aún debe especializarse en la atención de turistas que llegan con fines de salud. Patrice Renaud, gerente del hotel Windsor de Barranquilla, dice que hace falta superar algunas etapas. Por un lado, indica que los requerimientos normativos relacionados con habitaciones para pacientes o discapacitados son muy costos; y por otro lado, obtener certificaciones para atender a estos pacientes es muy demorada. Además, agrega que albergar bajo las mismas condiciones huéspedes en convivencia con pacientes de pre o posoperación, representa inconvenientes en la rutina diaria del hotel.

“Existe el riesgo de tener que responder, tanto para los huéspedes como los pacientes, por cualquier inconveniente que pueda ocurrir en cuanto a la exposición a tratamientos médicos desconocidos”, señala Renaud.

Niveles de satisfacción

De los 10 hoteles de la ciudad que hicieron parte de la muestra, solo tres cuentan con la infraestructura y servicios adicionales para ofrecer la atención necesaria a turistas de salud. Los resultados indican que, la satisfacción de los 200 turistas entrevistados estuvo por debajo de las expectativas iniciales. “Esto se sustenta en las falencias que el sector hotelero demostró al desconocer las necesidades propias de un turista-paciente, es decir, no hubo una comprensión de su condición por lo que no se le brindó una atención especializada sino rutinaria”, señala Castellano.

Generalmente, los huéspedes de hoteles son exigentes con la calidad de las instalaciones, pero en turismo médico inciden otras variables para determinar la satisfacción; por ejemplo, que la habitación cumpla con los requisitos mínimos requeridos para la atención de pacientes, o la atención de los empleados. Castellano indica que hay un vacío latente en la atención a este segmento del turismo, lo cual puede ser visto por los hoteles como una oportunidad de incrementar su oferta. “Solo deben acondicionar algunas áreas y servicios puntuales dirigidos a la atención del turista de salud”.

Áreas demandadas

El turismo médico tiene un gran porvenir en Barranquilla y la región Caribe. Medicina oftalmológica, estética, tratamiento antienvejecimiento, urología, cardiología, cirugía plástica y reconstructiva, de bienestar y gastroenterología, entre otros, son altamente reconocidos entre los mejores en Latinoamérica.

La profesora María Isabel Castellano destaca que, según los médicos consultados en el estudio, las áreas más demandadas por turistas de salud en Barranquilla son la estética (72%), seguida de la oftalmología (15%) y un restante (13%) distribuido entre dermatología, ginecología, neurología y cardiología.

Análisis: El reto es diversificar la oferta

El turismo es actualmente impulsor de desarrollo en Colombia; la conectividad y mejores ingresos facilitan la llegada de turistas. En el 2018 se recibieron más de 4,3 millones de turistas extranjeros, 10,4% más que en 2017, según el MinCIT.

Esta cita con el desarrollo es posible mantenerla si el Gobierno operacionaliza estrategias compartidas con el sector privado y comunidad, que estén dirigidas a solventar la informalidad, mejorar la calidad, el multilingüismo, la sostenibilidad ambiental y diversificar la oferta.

Para esta última barrera hay evidencias claras; por ejemplo, la demanda del turismo médico requiere personalizar la oferta: identificar áreas de salud demandadas y brechas entre lo recibido y esperado, las particularidades del turista-paciente, personal calificado, instalaciones pertinentes, sin llegar a ser centros hospitalarios combinar la dualidad entre el relax y la diversión consecuente.

María Isabel Castellano, profesora Escuela de Negocios Uninorte.

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