La reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro propone un aumento en la tarifa del impuesto al carbono aplicado al combustible de aviación. Esto mantiene con preocupación a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en Colombia, puesto que ellos indican que la medida tendrá consecuencias en el precio de los tiquetes aéreos domésticos, con efectos sobre la conectividad nacional y el turismo.
En ese sentido, desde el gremio alertaron que el impacto tributario recaería sobre toda la cadena de valor del transporte aéreo, un sector que representa un componente clave de la economía nacional.
El documento del Ejecutivo plantea un alza de 108 % en la tarifa del impuesto al carbono – el cual actualmente está en el 50 % y anteriormente estaba en 100 %-, lo que para la IATA es perjudicial si se tiene en cuenta que los costos del combustible dentro del costo total de la operación aérea en Colombia representaron el 30,3 % para el segundo semestre de 2024 en Colombia, mientras que a nivel global la cifra es del 25,8 % actualmente.
Además, señalaron que cualquier aumento en el precio del diésel tendrá un impacto del 100 % sobre el costo logístico y el precio final del combustible de aviación.
“El aumento del impuesto al carbono del combustible de aviación, como lo propone esta reforma, tendría un fuerte impacto en la carga tributaria del transporte aéreo, lo cual inevitablemente impactará el precio de los tiquetes. Esta medida desincentiva el uso de este método de transporte, que es esencial para promover el turismo y la economía en general”, manifestó Paula Bernal, presidente de la IATA en Colombia.
Recalcó que el alza en los costos limitaría el acceso para los estratos 2 y 3 de la sociedad del país, lo cual va en contravía a las políticas esenciales del Gobierno Nacional y frenaría en seco el crecimiento y buena dinámica del turismo, así como la de los sectores que hacen parte de la cadena.
Añadió que este impuesto tal y como está planteado no prevé las inversiones necesarias para acelerar el desarrollo y la transición energética en el sector aéreo o implementar incentivos a la producción local de SAF.
“Por ello, limitar los mecanismos de compensación de emisiones de CO2 restringe las acciones de gestión de cambio climático en el sector y desacelera la transición hacia combustibles más limpios como el SAF”, dijo Bernal.