Al cierre de 2024, el 96,3 % de los adultos en Colombia tenía al menos un producto financiero (cuenta o crédito), lo que equivale a más de 37,1 millones de personas con acceso a servicios del sistema financiero formal, según datos de la Superintendencia Financiera de Colombia.
En este caso, las neofinancieras y soluciones digitales han jugado un papel importante para que grupos no bancarizados, como jóvenes, personas de edad avanzada y microempresarios, hagan parte del sistema financiero del país.
Ahora, una cuestión que surge es ¿en qué se diferencian las neofinancieras, entre las que se encuentran Compañías de Financiamiento de otras entidades?, y la respuesta es que estas son plataformas digitales que ofrecen servicios financieros completos como créditos, CDT, cuentas de ahorro e inversión sin ser bancos tradicionales, pero desde un enfoque muy humano y personalizado.
Bajo este contexto, Jonathan Mishann, CEO de la compañía KOA, menciona que las neofinancieras se distinguen tanto de la banca convencional como de las fintech, porque, a pesar de tener similitudes con los neobancos, como su estructura 100 % digital, su enfoque principal está en la creación de productos financieros orientados al usuario, con un fuerte deseo de inclusión. En contraste con muchas fintech, que pueden incluir soluciones tecnológicas para el sector (tales como pagos, comprobación de identidad o blockchain), las neofinancieras se basan directamente en entregar servicios como préstamos, CDT, seguros o ahorro, de forma más humana y asequible, comentó el CEO de la compañía.
Y es que es tanto el impacto de estas compañías, que un estudio reciente realizado por Colombia Fintech resalta que las fintech y neofinancieras han atraído cerca del 10% de los nuevos usuarios de crédito en 2024, motivadas por marcos regulatorios más beneficiosos, soluciones tecnológicas más rápidas y productos generados para satisfacer necesidades particulares de sectores usualmente marginados del sistema financiero. Esto demuestra la importancia cada vez mayor de estas plataformas como facilitadoras del acceso a servicios oficiales en un país con elevados índices de informalidad.
“Aparte de vencer barreras convencionales como el papeleo, los desplazamientos físicos o las largas filas, las neofinancieras han logrado consolidarse como una opción ágil, empática y transparente. Para muchos usuarios, especialmente en contextos informales, estas representan un ingreso al sistema financiero oficial sin la complejidad que puede generar la banca tradicional”, mencionó Mishaan.
Finalmente, respecto a los plazos, tasas y requisitos, resaltó que las neofinancieras brindan una mayor adaptabilidad, lo que ha facilitado que miles de colombianos obtengan préstamos o productos de inversión con menos procesos y condiciones más acordes a su situación actual. Además, están adquiriendo relevancia como aliadas del sistema actual, al ampliar su presencia y fomentar una competencia enfocada en la innovación, la eficiencia y la cercanía con el usuario.