La violencia en el fútbol. Cuento de nunca acabar. Pasa prácticamente en todas partes del mundo. Muestra de eso es la recién gresca que se formó en un torneo regional en Australia.
{"titulo":"El Real Madrid cae y ya espera por el título del Barcelona","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/el-real-madrid-cae-y-ya-espera-por-el-titulo-del-barcelona-997811"}
En un encuentro entre Greenacre Eagles y Padstow Hornets, correspondiente a la Premier League de fútbol del distrito de Bankstown, en el suroeste de Sydney, un jugador, luego de ser expulsado por el árbitro, entró al campo y agredió brutalmente a uno de los jueces de línea.
El resultado, de 5-1 a favor de Hornets, fue lo de menos. Adam Abdullah, quien había sido expulsado del partido, bajó desde la tribuna para entrar a la cancha y protestar a los árbitros.
Sin embargo, la protesta se convirtió rápidamente en agresión física en contra del juez Khoder Yaghi. Puños, patadas y fuertes palabras formaron parte del hecho, que tuvo tardía reacción de los demás jugadores.
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El árbitro aseguró que le habían roto la mandíbula. Tuvo que ser trasladado a un centro de salud, y se informó que sería operado. A pesar de la situación, en declaraciones a medios locales aseveró que seguirá con su carrera como juez de fútbol.
El conjunto de Greenacre Eagles anunció horas después que el jugador fue separado de la plantilla por el resto de la temporada. Además, tendrá que presentarse ante un juez acusado de causar lesiones personales.























