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Deportes Tolima y Santa Fe protagonizaron anoche un discreto partido en el juego de ida de la final de la Liga Águila II-2016, que culminó con empate 0-0, en el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué.

Fue un duelo con escasas emociones, donde solo se destaca el buen inicio del equipo Pijao, que intentó ofender desde el pitazo inicial, pero no tuvo la claridad suficiente para poner en aprietos al arquero cardenal Leandro Castellanos.

El toque del balón, la apertura por las bandas y el pase largo eran las armas que utilizaban los dirigidos por el samario Alberto Gamero para superar a un rival que se paró bien en su área y supo contrarrestar la arremetida del local.

Ángelo Rodríguez y el barranquillero Armando Vargas eran los hombres que más desequilibraban en el equipo vinotinto. Rodríguez tuvo la más clara, a través de un cabezazo, que se fue por encima del horizontal.

Luego fue Vargas el que tuvo en sus pies la apertura del marcador, pero el currambero falló en el mano a mano con el arquero Castellanos.

La ‘gasolina’ solo le duró 25 minutos al Tolima, que poco a poco fue bajando la intensidad de su juego.

La etapa complementaria fue para el olvido. Un equipo local que intentaba pero sin la fuerza y la claridad necesaria para hacerle daño a su rival y un visitante que no quería saber nada del partido, conformándose con el pálido empate.

Los minutos transcurrieron sin brindar emociones y la pierna fuerte sobresalió para frenar el compromiso.

Finalmente fue empate 0-0 y la última palabra se dirá el domingo en el estadio el Campín (desde las 6 p.m.), donde el samario Alberto Gamero, próximo técnico del Junior, espera dar su segunda vuelta olímpica en la Liga. Ojalá que el espectáculo sea mejor. WGB