Humberto Mendoza enfrenta a su antiguo equipo.Mario Vanemerak y Humberto Mendoza viven de una manera muy especial las horas previas al juego de esta tarde ante Atlético Nacional. El primero porque vivió la época más ‘caliente’ de estos clásicos: los años ochenta cuando ambos equipos eran los amores de los capos del narcotráfico. El Mexicano con Millos y Pablo Escobar con Nacional.
Uno de esos protagonistas que atizaron la hoguera fue el hoy técnico del Real Cartagena, Mario Vanemerak. El argentino ha declarado, en diferentes escenarios, su aversión al ‘verde’ antioqueño y no es nada raro. En un capítulo de la Telepólemica en la que participó con el periodista Antonio Casale, Vanemerak dijo una vez que un árbitro se había equivocado en favor de Nacional, que “a Nacional los árbitros lo ayudan cada ocho días”, dijo.
Mario es un hincha declarado de Millonarios, no lo esconde y nunca lo ha hecho. Pero su lenguaje, antes de este partido, ha estado desprovisto de cualquier calificativo. Sólo ha apuntado que “si le ganamos a Nacional, nos metemos a los ocho, seguramente, y eliminamos a un rival duro en caso llegue a los cuartos”, fue lo único que dijo sobre Nacional.
Mendoza se quitó tatuaje. “Es un partido común y corriente”, así lo calificó Humberto Mendoza al término del entrenamiento de ayer. Mendoza ganó dos campeonatos com Nacional, pero ya ni siquiera el tatuaje que se hizo del escudo del equipo paisa en su espalda le queda de recuerdo.
“Estuve en varias sesiones para terminar de quitármelo y ya lo hice”, contó el zaguero central.
Ahora, con Real Cartagena, solo espera poder ingresar con su equipo al grupo de los ocho a costas del onceno que lo dio a conocer en Colombia. “Fue muy bonito todo, pero el pasado no existe. Ahora defiendo estos colores y lo haré con todas las ganas del mundo porque de esto sostengo a mi familia”, expresó el santandereano.
“Me quedan pocos amigos en Nacional, uno de ellos es Orlando Berrío, pero no guardo rencor por nada”, apuntó. CHM
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