En la entrada, los asistentes deben llenar un formulario de control para saber si han tenido síntomas o han estado en contacto con una persona con síntomas asociados al coronavirus.
Después de pasar por el primer control, a quienes vayan a los entrenamientos se les toma la temperatura para verificar si existe fiebre y llevar un registro, día a día, de cada jugador.
En el tercer puesto de control, cada persona que desee asistir a los entrenamientos, sea jugador o padre de familia, debe desinfectarse bajo los protocolos entregados y obligatorios que la Secretaría de Deportes hizo llegar a los clubes. José Amaya participa en esta parte en su escuela.
Los jóvenes son llevados a los baños para que se laven sus manos previo a la práctica. De ahí, se ponen los guayos de fútbol y se desinfectan en unos tapetes. Después, están listos para entrenar.
En imágenes | El protocolo de las escuelas de fútbol paso a paso
Los jóvenes futbolistas tuvieron que amoldarse a la nueva realidad.