El superclásico entre Brasil y Argentina se hubiera jugado hasta el final si las eliminatorias del Mundial fueran organizadas por la Conmebol y pues los problemas que motivaron la suspensión del partido se habrían resuelto antes o después, afirmó este jueves el presidente Alejandro Domínguez.
'Soy de la idea de que los partidos se tienen que jugar en la cancha. Si era Conmebol, le aseguro que se terminaba en la cancha. Estoy convencido de que los resultados deportivos se tienen que dar dentro del campo de juego', enfatizó el directivo paraguayo durante una conferencia de prensa en Montevideo.