Julio Comesaña, una de las voces más autorizadas en Junior, habló con EL HERALDO sobre su presente, el Junior de Alfredo Arias, y de jugadores como Luis Díaz, Nelson Deossa y el problema que tuvo con Michael Ortega.
¿En qué anda Julio Comesaña? ¿A qué se dedica?
Bien, anduve fuera del país como 40 días visitando a mi hijo en Montevideo, estuve en Miami visitando a mi hija mayor, a mis nietos, y regresé hace 20 días, o un poco más. Ando bien, tranquilo, mirando fútbol, leyendo, mirando todo lo que me encuentro por ahí. Tengo tiempo de sobra (risas).
¿Ya le está cogiendo el gustico a este nuevo estilo de vida lejos de la dirección técnica?
No, para nada. Yo miro para atrás y veo que siempre hice lo que quería hacer, y eso me genera satisfacción. Pero ahora, lógicamente, no me siento cómodo con levantarme y tener un día vacío, entonces lo aprovecho para algunas cosas que me interesan y ahí quemo el tiempo y sigo aprendiendo.
Con tanto tiempo libre, ahora se puede sentar a ver y analizar más tranquilo el fútbol. Por ejemplo, ¿le gusta ver a Luis Díaz? ¿Qué piensa del momento que vive ahora con este nuevo paso al Bayern Múnich?
Con ‘Lucho’, desde que se había ido a Portugal, nunca más hablé con él, pero siempre lo seguí. Ahora que vino la última vez con la Selección, para el partido contra Perú, tuve un contacto con él por una cuestión de una camiseta para un nieto, que es un enfermo del fútbol y admira mucho a ‘Lucho’. Logré entrar en contacto con él, me recibió en el hotel, me dio una gran alegría, nos dimos un fuerte abrazo, lo felicité. Sigue siendo el mismo muchacho que conocí y dirigí acá. Y a partir de ahí me he mantenido en contacto con él, miro los partidos, lo felicito, le digo algo. Conocí a sus padres, a uno de sus hermanos, estuvieron en mi casa, una familia linda. Fue un reencuentro muy bonito con él. La vida va premiando a todas las personas cuando vamos haciendo cosas buenas. El otro día vi el partido del Bayern, donde ganaron la Supercopa, y si hubiesen ganado 2-0 no se hubiese hablado mucho de ‘Lucho’, pero terminan ganando 2-1 gracias a un gol de él, y se valora más su figura. La gente dirá, qué suerte, pero no, eso no es suerte, eso es tomar buenas decisiones e ir por la vida con respeto y honestidad. ‘Lucho’ ha avanzado en su juego, en sus relaciones, en sus decisiones. Y en la cancha es una fiera. El otro día jugó de marcador izquierdo y cuando tuvo la oportunidad hizo un muy buen gol. Va a hacer muchos goles, porque tiene a su lado a ese muchacho Kane, que es una bestia que tiene una manera de jugar que lo va a ayudar.
¿Se imaginó que iba a tener una carrera tan exitosa en Europa?
No sé si pensé que iba a llegar tan lejos, pero sabía que iba a triunfar. Desde que lo conocí, él tiene unas características físicas que no son muy comunes en la mayoría de futbolistas. Él tiene fibras musculares rápidas, es un jugador rápido para desplazarse, para ejecutar, para frenar y girar, tiene buena saltabilidad y tiene algo que no es común tampoco, que puede mantener un ritmo de área a área todo el partido, y se recupera muy rápido. Hace esfuerzos de altísima intensidad de manera continua, con poco tiempo de recuperación. Eso es una ventaja grande. Aparte siempre esta sereno, escucha mucho, habla poco, está siempre conectado con el juego.
Otro exjuniorista que ha dado de qué hablar en el último tiempo y que usted dirigió es Nelson Deossa. ¿Siente que se equivocó en lo que dijo de él y en haberlo apartado cuando estuvo en Junior?
No siento nada, no estoy arrepentido, ni nada. Yo todavía no he visto jugar a Deossa en la Selección, no he visto que haya jugado en un equipo grande de Europa. Sí mantengo y sostengo que cuando yo lo tuve aquí era un jugador que no había tenido una formación de divisiones menores. A los 20 empezó a jugar en el Huila y cuando me lo encuentro en el Junior ya sabía su historia. Ojalá que triunfe, ojalá le vaya bárbaro en el Betis, él es un gran chico. Por ahí lo llamaron una vez a la Selección, pero la verdad no sé por qué, porque en ese momento no había hecho méritos para ser llamado. No tengo nada en contra de él, pero en ese momento tenía mis razones.
Ya metiéndonos en la actualidad rojiblanca. ¿Qué opinión tiene de este Junior de Alfredo Arias?
Junior, afortunadamente, logró completar un plantel con gente con experiencia, madura, gente que tiene partidos encima. Tienen un plantel bastante equilibrado, porque tiene jugadores para atacar. Creo que se siente más cómodo cuando contrataca, cuando hace transiciones rápidas y agarra al rival en inferioridad, porque tiene velocidad y habilidad en los extremos, delanteros con presencia. Tienen a Teófilo que cuando las cosas se complican lo ponen y en media hora hace lo que sabe hacer. Tiene laterales que se van consolida dando. Ese chico (Yeison) Suárez me gusta mucho. (Jermein) Peña volvió bien, ojalá no vuelva en sus cosas. Báez tiene experiencia y lo acompaña. El medio ni hablar, porque tienen a Didier, a Celis, tienen a Chará, que es un jugador que domina y encuentra los espacios sin problemas. Y los equipos de Arias, por lo general, rápidamente toman el gusto por lo que quiere el entrenador, y practican un fútbol agradable, a un toque, a dos, que no desprecia la habilidad ni el juego de pases. Yo diría que lo que le puede estar faltando es más continuidad en lo que hace bien, porque tiene momentos donde se apaga. Arias ha tenido la fortuna que no tiene competencia internacional y le ha dado chance de trabajar tranquilo. Junior está demostrando un gran nivel y yo no veo, a excepción de Santa Fe, un equipo muy complicado, y Nacional, si agarra su ruta, rivales que le puedan generar dificultades, porque de resto creo que los demás rivales están un escalón por abajo. Creo que van a hacer un campeonato muy lindo.
¿No cree que le hizo falta un creativo y un delantero goleador?
Si, puede ser, pero sabes qué pasa, es que tiene adelante al ‘Tití’, que es un gran rematador de partidos, tienen a Paiva y cuando Bacca vuelva seguro va a dar una mano. Yo creo que con lo que tienen me parece que, como semestre, está bien. Ahora, si este equipo consolidad todo lo que está mostrando y remata bien el año, el club seguramente estará revisando para el próximo año, porque va a clasificar a alguna copa internacional, agregarle al plantel a algún jugador de más trayectoria, de más valía adelante. El proyecto debe ir así, porque si se llena de jugadores no puede ponerlos a todos.
¿En qué posición usted ve al Yimmi Chará de la actualidad?
Yo a Chará siempre lo vi y lo conocí como un extremo derecho mentiroso, porque jugaba entre el 7 y el 8. Yimmi tiene una grandísima virtud, y es que siempre encuentra los espacios para recibir. Y si está cerca del área, es un jugador que agarra la pelota y puede desequilibrar. Ese fue el Chará que yo tuve. Ahora está en otra etapa y puede jugar en diferentes posiciones, porque es un hombre inteligente y es un experto en el juego. Pasa bien la pelota, tiene energía, es solidario. Para mí es un jugador muy valioso.
¿Y a Jesús Rivas en qué posición le parece que da mejores resultados?
Rivas es un muchacho joven, me parece un excelente jugador, como un mediapunta, un volante ofensivo, pero no de los que ‘sacan de la galera el conejo’ ni nada, es un jugador que tiene más cosas valiosas que un 10 que hace un buen pase y después se pierde. Este es un jugador con continuidad en su fútbol, con características ofensivas interesantes y que trabaja también sin la pelota.
¿Usted hubiese traído a un jugador como Jarlan Barrera?
Yo no lo hubiese traído, no porque no sirva, no me gusta o crea que esté pasado de moda, sino que con Jarlan se generó un ambiente muy pesado. Él hizo algunas cosas que ayudaron a que la relación se hiciera trizas. Cuando uno esta joven se quiere llevar el mundo por delante y se le olvida que tiene que respetar, que hay que tener presente los lugares por donde uno pasa. Se equivocó y nadie le ha perdonado nada. Creo que hubiera sido un poco incómodo entrar con una tribuna en contra.
¿Cómo ve a Enamorado?
Enamorado es un artista y fabrica cosas que no se las come nadie, pero algunos sí se las comen. Si Enamorado jugara en el fútbol argentino se le van todas esas cosas que hace. Le dan en serio tres o cuatro golpes y lo internan, lo machacan todo. Tiene velocidad y habilidad, pero hace algunas cosas que me parecen que no.
Profe, hace poco hablamos con Michael Ortega y nos contó una anécdota de un día que por poco se van a las manos. En esa misma charla él reconoció los errores que cometió en su momento y aseguró que hoy está arrepentido de no hacerle caso, de no recibir sus consejos y dijo que si lo viera ahora le pediría perdón. ¿Qué piensa al respecto?
Qué bonito, una satisfacción más poder escuchar a Michael, en todo lo que dice y en todo lo que ha aprovechado para su vida, y la manera como se refiere a mí. Le agradezco mucho, porque eso es tener valentía para reconocer las cosas y para agradecer a alguien que lo único que quería era que se comportara bien, que se cuidara, porque tenía unas condiciones extraordinarias. Era un jugador para llegar a un nivel tremendo. Pero bueno, la persona sigue ahí y él ahora es mejor persona, y yo con él no tengo nada. De esa anécdota me acuerdo porque esa situación, cuando hubo ese problema, no falta el que está ahí y llama a Fuad Char. Después hubo una reunión unos días más adelante con la gente del club para pedirme que no los sacara del plantel, y yo les dije que era una decisión tomada. Que si me tenía que ir, me iba, y eso pasó al final, porque no ganamos el campeonato y el club me la cobró sacándome a mí y dejando a los jugadores. A mí lo de Luis Quiñones y lo de Ortega me generaba una impotencia tremenda porque yo no sabía ya cómo hacer para hacerles entender que si se dedicaban a jugar podían ser brillantes. Yo tenía que proteger al equipo y me tocó hacer eso. Quiñones se fue y le ha ido bien, me alegra, y Ortega ha estado por ahí también, jugando, porque sin duda era un jugador brillante, con unas condiciones físicas, técnicas, una potencia, una manera de jugar, guapo, con carácter, con temperamento.
¿Usted pensó en traerlo después?
Sí, claro, porque ya había cambiado, estaba en otro papel, y yo la verdad no le guardaba rencor, al contrario, le tenía aprecio.
¿Pero si hubiesen peleado usted cree que le ganaba a Ortega (risas)?
A Ortega no creo, porque era macizo, era más bajo que yo, pero era fuerte. Esos son arranques de loco de uno, porque a uno el otro lo puede matar y darme una paliza (risas).
¿Es cierto que Jannenson Sarmiento, jugador del Unión, no ha venido a Junior porque su hijo, Alejandro Comesaña, que es su representante, dijo que a Junior no iba?
No, no señor, no es eso. Quien no ha querido venderlo es el Unión Magdalena, porque él tiene contrato hasta 2026. Y yo creo que Junior nunca va a hacer un negocio con mi hijo.
¿Qué mensaje le envía al hincha de Junior, que siempre lo recuerda con mucho cariño?
Decirles que sepan que tienen una gran responsabilidad con el Junior, porque no hay un equipo, yo creo en el mundo, que tenga la representación que tiene el Junior en toda una región. Todos entendemos y todos queremos que Junior gane siempre, pero que sepan que no siempre se puede ganar. Que lo más importante siempre es que lo jugadores y todos en Junior den todo lo que tienen para buscar el triunfo, con fe, con confianza. A mí, personalmente, me gustaría que el mismo cariño que recibo de la gente otras personas se lo ganaran… pero que se lo ganen, no que se lo regalen. Hay que aprender a ganarse el cariño de la gente de Junior.