Está tatuada en el corazón. Aunque algunos aseguran que recordar la monumental goleada 5-0 que la selección Colombia le propinó a Argentina, en Buenos Aires, en la última fecha de la Eliminatoria al Mundial de Estados Unidos 1994, es 'una muestra de la mediocridad de nuestro fútbol', para otros es la prueba fehaciente de lo alto que voló nuestro balompié en aquellas épocas.
{"titulo":"'La casa hay que hacerla respetar': ‘Juanfer’ Quintero","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/juan-fernando-quintero-seleccion-colombia-la-casa-hay-que-hacerla-respetar-1030521"}
En todo caso, hoy se cumplen 30 años de esa gesta inolvidable en la que Freddy Rincón (2), Faustino Asprilla (2) y Adolfo ‘el Tren’ Valencia estamparon su firma en las redes albicelestes, bajo la dirección técnica de Francisco Maturana y la capitanía de ese crack repleto de talento y carácter que era Carlos ‘el Pibe’ Valderrama.
‘El Tren’ Valencia, un legendario del combinado patrio, que pasó por Santa Fe, Bayern Munich, Atlético de Madrid, América de Cali, Reggiana (Italia), Medellín, Paok Salonica (Grecia), Metrostars (Estados Unidos), Unión Atlético Maracaibo (Venezuela) y Zhejiang Lucheng (China), revivió con EL HERALDO algunas escenas de esa histórico episodio de nuestro deporte.
¿Qué recuerdos tiene del 5-0 y todo lo que significó?
Para nosotros es algo eterno, de mucha satisfacción y alegría. Jugamos un grandísimo partido ante Argentina, era una clasificación al Mundial, la mayoría de nosotros no habíamos ido a un Mundial, era un premio, es el regalo más grande para un futbolista. Estábamos muy motivados ese día con la ilusión de ir al Mundial. Gracias al sistema de ‘Pacho’ Maturana y Hernán Darío Gómez pudimos pararnos bien en el Monumental y ganarle a esa selección Argentina, que tenía muy buenos jugadores.
Muchos consideran que esa victoria fue como un título para Colombia. ¿Usted lo ve así?
No sé si un título, pero ir a un Mundial es lo máximo para un jugador. Se trabaja toda una Eliminatoria para conseguir ese objetivo. Gracias a Dios lo conseguimos.
{"titulo":"'Todos los partidos de la Eliminatoria son a muerte': Álvaro Montero","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/el-arquero-alvaro-montero-hablo-del-arranque-de-la-eliminatoria-sudamericana-para-colombia"}
Hay unos que consideran que le hizo daño al fútbol colombiano…
Cada uno tiene su punto de vista. Cuando le ganamos a Argentina y fuimos al Mundial, teníamos exceso de confianza por todo lo que brindó esa victoria. Fuimos al Mundial a proponer y los equipos nos hicieron partidos inteligentes. Con contragolpes nos desequilibraron, por eso no pudimos hacer un buen Mundial, pero íbamos con las ganas, con la actitud de siempre de salir a proponer.
Pero al margen de todo, ese 5-0 no estaba en los planes de ninguno...
Ganar sí, pero el 5-0 no. Nosotros sabíamos que selección estábamos enfrentando. Argentina tenía mucha jerarquía. Pensábamos en un 1-0, 2-1, era los que se nos pasaban por la cabeza. Pero a medida que el partido transcurrió, se nos fueron brindando las opciones. Ellos salieron a proponer y dejaron espacios atrás.
¿Qué es lo que más recuerda de ese día 30 años después?
Lo que más recuerdo es la forma como jugamos. Muchos de nosotros nos dimos a conocer ante el mundo con ese partido. En Colombia hubo dos días cívicos. Le dimos mucha alegría a Colombia en ese momento. La mayoría de nosotros pasamos a la historia. Los colombianos todavía nos recuerdan.
Faustino Asprilla siempre cuenta una anécdota en la que imita su voz y su acento. Dice que usted le pedía que le pasara la bola para hacer su gol, que gritaba desesperado: ¡Dámela! ¡Dámela!...
(Risas)… Lo que pasa es que ‘el Tino’ es una persona muy alegre y cómica. Él inventa cosas. Eso nunca existió, y que yo le decía: ‘dámela’. Yo, como jugador, siempre creía en las capacidades que tenía ‘el Tino’ y cuando arrancaba a correr, yo siempre lo acompañaba. Yo venía corriendo desde la mitad de la cancha, ‘el Tino’ me mira, me la pasa y yo, con las ansias que iba, el balón prácticamente se me iba a ir, pero entró. Yo iba con mucha ansia de marcar.
Esta es una gesta deportiva que se ha recordado bastante en Colombia en estos 30 años. Cada 5 de septiembre se revive. ¿Qué no se ha contado del 5-0?
Pasaron muchas cosas, pero los manejamos internamente. Después del partido queríamos festejar, algunos se tomaron sus vinos, otros salieron. Yo tenía vuelo al otro día para Alemania. No pude regresar con los compañeros para Colombia porque tenía que jugar la Copa con el Bayern Munich.
Usted no pudo disfrutar el homenaje en Bogotá y la imposición de la Cruz de Boyacá con el presidente…
La Cruz de Boyacá me la dieron en Buenaventura después. Allá me la dieron.
¿No pudo festejar siquiera?
Yo mis vinos me los tomé. Mi representante, el italiano Settimio Aloisio, que Dios lo tenga en su gloria, era el que representaba a Balbo, Batistuta, Simeone, tenía a casi todos los mejores jugadores. Cuando iba a Alemania yo lo atendía. Allá en Argentina me atendió él a mí. Tuve la oportunidad de tomarme unas copas con él. Los compañeros se quedaron en el hotel.
¿Qué recuerda del ambiente en Buenos Aires antes del partido?
No nos dejaron dormir esa noche previa al partido. Unos 500 hinchas que había afuera hicieron mucho ruido. Cuando íbamos saliendo para el estadio, nos tiraron piedras al bus, nos quebraron los vidrios. Estaban metiéndonos un poquito terror, pero ya nosotros estábamos acostumbrados a esas situaciones. Ese partido significaba ir al Mundial. Ese era el objetivo. Por eso tuvimos un premio muy especial, los directivos de la Federación nos los dieron a cada uno de nosotros.
¿De cuánto fue el premio?
No, eso yo me lo guardo (risas).
Ya pasaron 30 años, lo puede contar…
(Risas)… No, yo me lo reservo.
¿Un buen menudito?
¡Muy bueno! ¡Claro! (risas).
Leyendo periódicos de esa época encontré que varias empresas ofrecieron premios por ese 5-0…
Hubo un banco que nos regaló unas tarjetas. A cada uno le dieron una con 20 mil dólares, más o menos. Nosotros teníamos que gastarlos en cinco días haciendo shopping porque después se vencía. Las usamos en París, pero eso fue en Francia 98 (risas).
Óscar Ruggeri y Diego Simeone, por ejemplo, eran futbolistas con pierna fuerte, marrulleros y que hablaban mucho. ¿Cómo fue el trato de los jugadores argentinos con ustedes durante el partido?
Así como nosotros los respetábamos como jugadores y personas, ellos a nosotros lo mismo. Sabían que teníamos jerarquía. Simeone y yo comenzamos juntos en el Atlético de Madrid (temporada 1994-1995). Una vez me invitó a comer a un rodizio brasileño y lo primero que me dijo fue: ese 5-0 es la vergüenza más grande de toda mi carrera y algún día nos la tenemos que cobrar (risa). Yo le dije: no, ‘Cholo’, ahoritica que estamos comiendo no me hables de eso. Y me responde: ‘¡boludo, te invité fue para decirte eso! ¡Algún día tenemos que clavarlos!’ (risas). Era tal la forma en que esos manes sentían la camiseta, que me lo dijo ahí comiendo: ‘es la ofensa más brava que tengo, nos ganaron bien, hermano, pero estoy sentido por dentro’.
¿Hizo buena relación con él?
Estuvimos un año en el Atlético, pero la pasamos bien, siempre hubo buena amistad. Ellos nos admiraban a nosotros, al ‘Tino’ (Asprilla), Freddy (Rincón), Pibe (Valderrama), Leonel (Álvarez), Higuita.
Simeone no se la pudo desquitar. Al menos no en un equipo en el que usted estaba...
No, no se la pudo desquitar. Siempre, cuando salíamos de la concentración a caminar después de la cena, me decía: ‘vení, vamos a darnos una vuelta… nunca hemos podido desquitarnos eso’. Siempre me lo recordaba y decía: ‘qué fortuna tuvieron ustedes’ (risas).
¿Se comunica con Simeone actualmente?
Sí, claro. Yo estuve llevando a un jugador al Atlético de Madrid, tengo buenas relaciones con Miguel Ángel Gil, hijo de Jesús Gil y Gil (q.e.p.d.). Y cualquier cosa que se vaya a hacer en el Atlético tiene la opinión de Simeone. Me regalaron chaqueta del Atlético. Esteve un mes allá. Me invitaron al estadio nuevo, pero no alcancé a ir.
Durante el partido, cuando ya estaban ganando 4-0, los jugadores argentinos no les dijeron: ya cálmense, ya ganaron.
No, nosotros no, cuando dábamos papaya, los equipos nos las cobraban. Cuando uno va ganando, no tiene que regalar nada. Nosotros sentíamos mucho la camiseta, no jugábamos tanto por el dinero, como a veces se piensa ahora. Nosotros jugábamos porque nos gustaba y porque éramos demasiado buenos. Teníamos un respeto por la camiseta. Es lo que uno trata de decirle ahora a la juventud, que cuando se pongan la camiseta no estén pensando en nada.
¿Qué mensaje le envía a la selección Colombia que jugará contra Venezuela el jueves?
Que tienen que hacerse matar y sentir esa camiseta, es lo que piden todos los colombianos. El jueves el estadio va a estar a reventar, comienza la Eliminatoria, que Dios bendiga al cuerpo técnico y cada uno de los jugadores. Vamos a estar pendientes en toda Colombia, que metan con todo, ¡con papa y yuca! ¡Hay que correr y meter!
¿Cuál de los cinco goles fue mejor?
(Risas) Obvio que yo voy a decir el mío (risas)... Me gustó mucho el del ‘Tino’. El que viene entrando por izquierda y la levanta hacia el ángulo.
Formaciones:
Argentina: Sergio Goycochea; Julio Saldana, Jorge Borelli, Oscar Ruggeri, Ricardo Altamirano; Gustavo Zapata, Fernando Redondo (Alberto Acosta 69), Diego Simeone, Leonardo Rodríguez (Claudio García 54); Ramón Medina Bello, Gabriel Batistuta.
Colombia: Óscar Córdoba; Luis Fernando ‘Chonto’ Herrera, Luis Carlos Perea, Alexis Mendoza, Wilson Pérez; Leonel Álvarez, Gabriel Gómez, Carlos Valderrama, Freddy Rincón; Faustino Asprilla, Adolfo ‘el Tren’ Valencia.
























