Ángel Barajas: un campeón que llegó para quedarse

A la gloria también se llega saltando. Así lo demostró Ángel Gabriel Barajas Vivas en territorio turco. El cucuteño realizó a la perfección cada una de sus rutinas acrobáticas y, con cuatro medallas, saboreó la gloria del Campeonato Mundial Junior e inscribió su nombre en la historia del deporte nacional.

Hay que grabarnos bien ese nombre, pues ha nacido una nueva figura colombiana a la que se le tendrá que hacer mucho seguimiento. Ángel demostró todo su talento en el campeonato del mundo junior de gimnasia y ya puede decirle en un futuro a sus nietos que se convirtió en el primer atleta nacional que logra una medalla en este evento, sin importar la categoría, ni la rama.

Fue oro en la modalidad de paralelas, oro en suelo, plata en la totalidad de los aparatos y bronce en barra, su recapitulación final. Nada mal para un debutante de 16 años en citas ecuménicas junior. Ganar está en su ADN.

No es la primera vez que sorprende al mundo. Antes por el contrario, la mitad del continente ya estaba asustado con su potencial. Barajas viene de adjudicarse siete medallas de oro en los Juegos Suramericanos de la Juventud que se llevaron a cabo en Rosario, Argentina. Hay que sumarle otra de plata. Una total barbaridad. Será el nombre que suene fuertemente en los próximos días.

Entre fortunas y particularidades se ha formado lo que hoy es uno de los mejores prospectos de gimnasia en el mundo. Jairo Ruiz fue el entrenador que lo recibió desde que era un niño y es el mismo que lo viene aconsejando en Antalya —actual estratega de la selección Colombia—. La disciplina es su base.

El experimentado formador lo recibió en su sombra desde que el pequeño tenía solo cinco años. No duró mucho tiempo en sus entrenamientos. Se negó a seguir asistiendo por la cantidad de mujeres que lo rodeaban. Paradójicamente, su madre (Angélica Vivas) lo termina llevando por la recomendación de su vecino.

Era inquieto por naturaleza. Se montaba en los techos, sin exagerar. Intentaba realizar los mismos movimientos que hacia el personaje Sportacus de la famosa serie Lazy Town. Todos los que lo conocían consideraban que tenía talento para practicar la gimnasia, un deporte que tiene mucho auge en el Norte de Santander —de allá es Jossimar Calvo, otro de los históricos de la disciplina con el que Barajas ya ha tenido la oportunidad de compartir gimnasio—.

Tiempo después volvió y curiosamente se terminó enamorando de la práctica. Algo que también se lo debe a su prima, quien se animó a entrenar en el gimnasio Eustorgio Colmenares de Cúcuta y eso le llamó la atención al deportista.

El Ángel Gabriel que llegó por segunda vez a la gimnasia era una persona muy diferente. Se comprometió con sus nuevos sueños y cambió radicalmente su enfoque de vida. La medalla olímpica comenzó a ser una obsesión y eso es lo único que pasaba por su cabeza.

Ocho largas horas son las que dura intentando mejorar su nivel. Es la misma rutina todos los días. Se levanta desde las 5:00 a.m., llega a las 6:45 a.m., al gym y, de ahí, no sale hasta que el sol se esconde de la vista del horizonte. Utiliza dos horas para asistir a clases virtuales en la Institución Kuepa, de Bogotá, aunque eso solo sea de martes a viernes. Sin embargo, cuando quieren ser las 7:00 p.m., el actual medallista mundial junior ya está dormido.

No tiene vida social, tampoco muchos amigos cercanos. No le llaman la atención las fiestas, prefiere quedarse en casa leyendo o viendo películas. Todo hace parte de su enfoque de campeón. Cuida mucho su alimentación y se preocupa en sobremanera cuando tiene que pecar con alguna comida chatarra.

El impulso necesario en su carrera se dio a los 13 años, cuando derrotó a deportistas de 20 o 25 años en los Juegos Nacionales que en el 2019 se llevaron a cabo en Cartagena. Allí clasificó a las finales dejando en el camino a más de un referente. Todos quedaron anonadados son su nivel.

Pudo ir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2019 como invitado, se ganó una beca para asistir a las justas con todos los gastos pagos. Además, le permitieron llevar un acompañante. No obstante, la pandemia le quitó ese privilegio.

Ángel Barajas tendrá la oportunidad que darse revancha asistiendo a la máxima cita del deporte. Esta vez en parís y no como invitado, sino como deportista. El colombiano podrá pelear por su cupo en los clasificatorios que tendrán lugar en Amberes (Bélgica), el mes de septiembre. Antes de eso, participará en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador y en los Panamericanos de Santiago de Chile.