Mundial de Kitesurf: un día en la tabla de Estefanía Rosa

Hay un sonido familiar en el ambiente para Estefanía Rosa. Su despertador — así también como lo que la acompaña usualmente antes de dormir — no son los pájaros, ni cualquier gallo que merodee los alrededores de una finca, es el sonido que produce la llegada de las olas del mar a la orilla de la playa.

En uno de los tantos eco-hoteles de la zona, abre sus ojos desde muy temprano y se dispone a tomarse un café en medio del desayuno. Una escena que ha repetido en innumerables ocasiones en diferentes lugares del mundo. Sin embargo, la locación para esta fecha tiene nombre peculiar, Salinas del Rey.

Su idioma se habla más de lo pensado. Son varios, por no decir la gran mayoría, los brasileños que vienen con la intención de imponer sus condiciones en esta segunda parada mundial que se realiza en Colombia. Después de la primera experiencia del año en Qatar, y tras no alcanzar el podio en la rama femenina, su concentración es máxima en este primer día de acción.

Ropa guardada, implementos al transporte y todo listo para partir hacia el centro de reunión. Dentro de la presentación oficial, su nombre fue aplaudido junto con el de las favoritas y la bandera de su país se alzó en lo alto para la foto de todos los riders.

La hora de inicio estaba pactada para las 11:00 a.m., mas el poco viento y el ‘congresillo’ — evento donde se reúnen privadamente todos los jueces y competidores para evaluar las condiciones diarias de la playa — juntaron la hora de competencia con la del almuerzo. Había que esperar.

Ante la incertidumbre de no haber comenzado la competencia a la hora estipulada, la música de los altavoces comenzó a bajar su volumen. El host o presentador del certamen tomó su micrófono y confirmó la noticia que todos estaban esperando: 'Queremos anunciar que los hombres no tomarán partida en el día de hoy (este miércoles), pero las mujeres iniciarán sus llaves desde las 2:30 p.m.'.

El poco viento había postergado las emociones, pero con la reducción de la temperatura se fue aumentando la agresividad de la brisa. El mar se empezó a picar y con ello había luz verde para que la representación femenina mostrara todo su talento.

Estefanía Rosa claramente era la de mayor energía. Se bailaba cada canción que sonaba. Su participación no era dentro de las primeras mangas, pero le gusta estar preparada con tiempo. Calentar antes de entrar y sentir la arena. Algo de los que nos dimos cuenta al verla como estaba arrodillada a orillas de la playa, con los ojos brillantes, mientras las otras competidores realizaban sus maniobras en el agua.

'Me encanta venir a Colombia por eso estoy aquí por segunda vez. El año pasado estaba maravillada y solo pensaba en volver. Me siento feliz de que la organización haya tomado la decisión de seguir la competencia en Salinas', confesó a EL HERALDO.

Infló su cometa, aseguró las cuerdas tanto al manubrio como al ‘kite’ y dejó todo listo para que solo tuviese que colocarse el arnés y abrochar sus pies a la tabla. Es la preparación de una mujer que ya sabe que es ser campeona del mundo (2018).

Todo su tiempo está enfocado en la competencia de Salinas del Rey. No obstante, esta competidora brasileña también anhela terminar su participación para conocer Barranquilla y Cartagena antes de devolverse a su país natal. Disfrutar es su prioridad, y lo está haciendo.