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El último partido del Mundial de Qatar 2022 tuvo un sinfín de emociones y todas se trasladaron a Barranquilla, donde hinchas colombianos, pero con gustos argentinos y franceses, disfrutaron al máximo.

{"titulo":"'La copa vuelve a casa, vuelve a Sudamérica': Conmebol","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/mundial-qatar-2022-la-conmebol-festejo-el-titulo-de-argentina-ante-francia-964065"}

A ritmo de tambora, vuvuzela y guache empezó a animarse y sentirse la emoción en el pequeño ‘recinto albiceleste’ en la Arenosa. Habían más hinchas de Messi y compañía que franceses, pero eso no fue motivo para que se cantaran todos los goles que nos regaló esta gran final.

El gol de Messi de penal abrió la fiesta en el Coliseo. El 1-0 se gritó como si se estuviera viviendo en el obelisco de Buenos Aires. El éxtasis era máximo, mucho porque el autor de la anotación fue el amado ‘10’.

El 2-0 de Di María generó una locura colectiva. Los hinchas gritando y las porristas —vestidas con los colores de la albiceleste— gozando y animando. Todo era felicidad. La Copa parecía tener dueño, pero aún la última palabra no estaba dicha.

Todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Se pasó de la alegría a la tristeza. De la confianza a la incertidumbre. Mbappé igualó en dos minutos el juego y el silencio se apoderó del Coliseo, donde solo un pequeño grupo de hinchas franceses le pusieron color al desteñido ambiente.

{"titulo":"'Ojalá en Argentina estén tan felices como estamos': De Paul","enlace":"https://www.elheraldo.co/deportes/ojala-en-argentina-esten-tan-felices-como-estamos-rodrigo-de-paul-964015"}

El juego se fue a extratiempo y el sufrimiento, o como decimos coloquialmente en Barranquilla, ‘la paridera’, se extendió. Y no, esta vez no era por el Junior, sino por Argentina, que ya empezaba a verse superada por su rival.

Messi trajo de regreso la alegría al recinto con el 3-2, un grito de gol que se escuchó hasta Qatar. Pero Mbappé estaba empecinado en dañar la fiesta. Nuevo penal y gol de la bestia francesa, que volvió a enmudecer el coliseo.

Las caras largas se apoderaron del lugar. Los gestos de nerviosismo aumentaron. La sacada del ‘Dibu’ dejó sin palabras a muchos. Hasta que llegaron los benditos penales.

Los goles de Messi, Dybala, Paredes y Montiel hicieron estallar el lugar, pero mucho más las atajadas del héroe sorpresivo, las del ‘Dibu’, que les dieron el título a la Argentina y una alegría inmensa a unos hinchas que sin ser argentinos y a miles de kilómetros de Qatar gozaron como si fueran unos seguidores más de la llamada ‘Scaloneta’.

Tras la fiesta vivida, Martín Carniel, argentino que llegó a Barranquilla a visitar a su pareja hace un mes y llegó al Coliseo Sport Bar por recomendaciones para observar partidos de fútbol, brindó declaraciones a EL HERALDO tras el título de su país ante ‘Les Bleus’.