La Juventus tendrá que continuar esperando para asegurar matemáticamente su título de campeona de la Serie A 2018-2019. El Nápoles venció 3-1 en el campo del colista y ahora descendido Chievo, este domingo en la jornada 32, con lo que retrasó de nuevo las celebraciones de los turineses.
El franco-senegalés Kalidou Koulibaly (minutos 15 y 81) y el polaco Arkadiusz Milik (64) permitieron al Nápoles ganar en Verona y recortar a 17 puntos su desventaja con la Juventus, cuando quedan seis jornadas (18 puntos en juego) para el final.
El Chievo, con apenas 11 puntos, desciende matemáticamente a la Serie B.
El pasado domingo, el Nápoles ya había conseguido aplazar la conquista del 'Scudetto' por parte de la Juventus, con su empate 1-1 ante el Génova (15º). La Juventus necesitaba entonces que el equipo de Carlo Ancelotti perdiera para proclamarse campeona.
Todo parecía mucho más sencillo para el objetivo de la 'Vecchia Signora' este fin de semana, pero nada salió a favor de sus intereses.
A la 'Juve' le bastaba para conquistar su 35º título de campeona de Italia, el octavo de manera consecutiva, con un único punto el sábado en Ferrara ante la SPAL (13º) y perdió ese partido por 2-1, pese a haberse adelantado en la primera parte con un gol de Moise Kean.
Este domingo tenía una nueva oportunidad, pero para ello necesitaba que el Nápoles no venciera en Verona ante un Chievo desahuciado y hundido. Tampoco se cumplió esa condición y el título matemático continúa retrasándose.
La próxima ocasión para la Juventus será el sábado de la próxima semana, donde le bastaría con lograr al menos un punto en casa ante la Fiorentina (10º). En caso de perder, podría ser campeón el lunes 22 si el Nápoles no gana en su estadio de San Paolo al Atalanta (6º).
En cualquier caso, parece casi imposible que la Juventus deje escapar el título, ya que para ello tendría que perder todos los partidos en las seis jornadas restantes y el Nápoles tendría que ganar los seis.
En su triunfo de este domingo en Verona, el Nápoles encarriló la victoria en el minuto 15, cuando Koulibaly cabeceó a la red un saque de esquina lanzado por el belga Dries Mertens.
El segundo gol napolitano fue fruto de la conexión polaca del equipo, con un pase de Piotr Zielinski para que Milik (64) enviara un tiro desde la frontal del área que terminó alojado en la red del Chievo.
En un rechace en un saque de esquina, Koulibaly se encontró un balón perdido y estableció el 3 a 0 en el 81, antes de que el Chievo salvara el honor en el 90, con un gol del esloveno Bostjan Cesar.