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La victoria la acompaña desde que nació. Con sus manos aprendió a sembrar yuca, a cultivar plátano, a cargar la leña, a cocinar y gracias a estas mismas manos hoy es la mujer más gloriosa del boxeo colombiano. Íngrit Lorena Valencia Victoria, nacida hace 27 años en Morales (Cauca) se enamoró del boxeo a los 14 años.

A esa edad se defendía de quienes le querían faltar el respeto en su pueblo, en donde vivió su infancia, en una finca, junto a sus abuelos maternos, Julio Valencia y Aurora Victoria, de quienes heredó ambos apellidos porque nunca conoció a su papá.

Las dos peleas ganadas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 no son producto de la casualidad. Ha sido campeona nacional, ha ganado medallas en los Juegos Nacionales, Suramericanos, Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y remató con la medalla de bronce que ya aseguró en la olimpiada, pero ella piensa en grande, va por más y desea el metal más preciado: el oro.

Las madrugadas parar ir a entrenar y luego cocinarles a trabajadores de una obra en Cali han dado frutos en Brasil, en donde ella recordó esos duros y sacrificados momentos.

'Me ha tocado muy difícil en la vida. Estoy melancólica, me tocaba cocinar para mucha gente, trabajé en una mina, hice muchas cosas en esta vida. Cuando estaba en el ring pensé en todo el sacrificio que he tenido', expresó ayer agitada al bajarse del cuadrilátero en el pabellón 6 de la Arena Riocentro.

La niñez la pasó lejos de su mamá y junto a los abuelos que la cuidaban y a los que dejó porque enfermaron. Íngrit llegó a Cali a reecontrarse con su mamá, Rubiela, y sus hermanos. En la capital del Valle del Cauca continuó su camino donde recibió el triste golpe de la muerte de sus abuelos. Íngrit se repuso a esa caída y siguió con el firme propósito de ser una ganadora.

Algo que no estaba en los planes la hizo que se alejara del boxeo por un tiempo. Pero esto fue una bendición para su vida y a la vez la motivación más grande para seguir dando la pelea. Salió embarazada y meses después del nacimiento de su hijo Johan Estiven retomó los entrenamientos en el boxeo.

'Mi hijo es mi aliento, mi motor, no quiero que padezca lo que a mí me tocó. Sé que con una medalla le cambiará la vida. Después que tuve a mi hijo seguí, gracias al entrenador Jorge Aguirre, quien me dijo que yo sí servía para esto. A él le mandó muchos besos'.

El profesor Jorge Aguirre se enteró de que existía una chica que no le temía a los hombres y a los que noqueaba a puño limpio en Cali.

'Ella empezó en la carrera 39. Cierta vez me dijeron unos jovencitos que practicaban boxeo, que conocían a una niña que le ganaba a los hombres. Yo les dije vayan y me la traen. Desde ese momento comenzó la carrera de Íngrit', recordó Aguirre.

La Liga del Tolima ofreció mejores beneficios e Íngrit no dudó en irse a Ibagué a continuar con su carrera y a representar a esa región.

En la capital musical, Raúl Ortiz la recibió como su entrenador. Ahora es con quien convive, es su compañero sentimental desde 2013.

Su madre Rubiela también contó detalles de cómo su hija se fue enamorando del deporte de las narices chatas. 'Estoy muy orgullosa de mi hija, no llegue a pensar que fuese a estar en el momento que está ahora. Ella empezó su boxeo como un juego y resulta que el juego le terminó gustando. Todo esto es gracias al profesor Aguirre. Él le dio esa posibilidad de llegar adonde está ahoritica', contó muy emocionada la mamá.

Familiares de Íngrit también recordaron algunas anécdotas de su infancia. Cuentan que en la escuela ella peleaba con los niños. Quienes la vieron en aquellos días dicen que les daba duro. Ahora se sienten orgullosos de la medallista.

Gracias a su tenacidad y valentía, Íngrit Lorena Valencia Victoria se convirtió ayer en la primera mujer en darle una medalla a Colombia en el boxeo. Ya tiene asegurado el bronce, pero sueña con el oro.

La revancha llegó en los Olímpicos de Río

Íngrit Valencia aseguró una medalla de bronce al vencer a la taliandesa Peamwilai Laopeam por decisión unánime ayer, en el pabellón 6, de la Arena Riocentro, en el boxeo de los Juegos Olímpicos Río de Janeiro-2016.

La nacida en Morales, Cauca, hace 27 años fue dominadora durante los cuatro rounds del pleito del peso mosca (48-51 kilogramos) frente a la veterana asiática de 32 calendarios.

'He logrado mi sueño gracias a Dios, Él me dio la fuerza. Estoy entre las primeras cuatro del mundo y eso es un orgullo para mí', expresó Valencia a las cámaras del Canal Caracol.

Las tarjetas de los jueces decretaron vencedora a la deportista nacional de la siguiente manera: Daniel McFarlane, 39-37; Allan Roos, 39-37 y Emre Aydin, 40-36. En los cuatro asaltos del duelo marcó más puntos.

De esta manera, Valencia tomó revancha pues Peamwilai Laopeam ya le había ganado en el campeonato del mundo. 'La vez que peleé con ella no me sentí perdedora, pero los jueces la dieron ganadora a ella en ese entonces, hoy (ayer) gané yo y lo hice muy bien', apuntó.

Valencia también entregó detalles del pleito ante la tailandesa. 'La sorprendí, ella no se esperaba esto y siempre fui adelante', agregó.

La ya medallista olímpica se medirá contra la francesa Sara Ourahmoune, en busca de la medalla de plata, mañana a partir de las 12:15 p.m.

'Quiero más, sigo para adelante, voy por el oro', dijo la caucana.

La alegría, emoción y gratitud de Íngrit por este logro se vieron reflejadas en sus palabras, que contaron apartes de un pasado lleno de lucha y sacrificio.

Raúl Ortiz, su actual orientador y esposo, también se mostró visiblemente emocionado.

'Lo dio todo. Estoy feliz y orgulloso, este es el trabajo de mucha gente', concluyó.