Conocer el pasado sumergido en el galeón San José sigue siendo una prioridad. Por ello para saber la cronología del naufragio que permanece en la profundidad de las aguas del Caribe colombiano desde hace más de 300 años, la mesa técnica conformada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, el Instituto Colombiano de Antropología e Historia – ICANH, la Armada de Colombia y la Dirección General Marítima – DIMAR, plantearon el desarrollo de una investigación científica de este hallazgo, a partir de estándares y metodologías de la arqueología.
El lanzamiento del proyecto de investigación será presentado este 22 de mayo en Cartagena. Y que la primera fase de la investigación será exploratoria y no contempla acciones intrusivas.
En ese sentido, y teniendo en cuenta que por el tipo de contextos estudiados y los métodos y técnicas utilizadas, las investigaciones arqueológicas tomas tiempo y son pausadas. Por lo tanto, esta mesa estableció los primeros pasos que tendrá la fase de caracterización del hallazgo del galeón San José.
Primeramente, se hará una generación de imágenes del sitio para hacer un diagnóstico no intrusivo de la zona por lo que se utilizarán sensores remotos.
Luego de ello, las imágenes recolectadas ayudan a construir un inventario de las evidencias arqueológicas que hay en el lecho marino. Esto permitirá una clasificación de los materiales y su procedencia.
Seguidamente, el prediagnóstico de conservación que a partir del registro visual y el procesamiento de las imágenes en un sistema de información geográfica, se podrá establecer un punto de partida del nivel de deterioro de los elementos identificados.
En medio de la caracterización, también se avanza en la dotación de un buque de investigación submarina con tecnologías de posicionamiento dinámico y posicionamiento acústico submarino, y un vehículo de operación remota, dotado de diversos sensores y herramientas, capaz de descender a la profundidad del yacimiento. A través de este ecosistema se realizará la documentación digital del contexto arqueológico, que incluye registros fílmicos, fotográficos y fotogramétricos georreferenciados.
Finalmente la divulgación y difusión. Incluyen producción científica a través de artículos y la participación en eventos académicos y de investigación, e iniciativas dirigidas a la toda la sociedad para promover la apropiación social del Patrimonio Cultural Sumergido.
Finalmente, se hará una gestión del riesgo que consiste en la identificación, caracterización y evaluación de los riesgos, amenazas y vulnerabilidades, tanto naturales y antrópicas, que puedan afectar el contexto arqueológico.
“A la fecha, la investigación se encuentra en una etapa temprana en la que no se tienen previstas excavaciones arqueológicas y, por lo tanto, aún no se ha estructurado un cronograma sobre actividades que impliquen llevar a la superficie materiales arqueológicos”, destacó el Ministerio de las Culturas.
Las fases posteriores de investigación dependerán de los resultados de esta primera etapa de caracterización y podrán incluir actividades de recolección de materiales arqueológicos, toma de muestras, actividades de conservación y análisis especializados, entre otras.




















