Origen de la palabra ‘chueco’. Meg, B/quilla
Su origen incierto, quizá sea vasco o ibérico. El Diccionario la considera como americanismo y la registra como ‘madero curvo del arado’ o ‘como patas o piernas torcidas’. En Colombia se usa como ‘viejo achacoso’, o como cosa inútil por mal hecha o defectuosa. De ‘chueco’ dice el Lexicón del Valle de Upar: “Cojo o manco y, en general, con protuberantes defectos físicos, ya sean de nacimiento o como resultado de un accidente. 2. Hecho con mala intención y con el solo fin de dañar o perjudicar a terceros”. También existe la teoría del lexicógrafo chileno Manuel Antonio Román, en el sentido de que ‘chueco’ es síncopa de ‘chulleco’, término que está en el diccionario con el significado de ‘torcido’. (Síncopa es la supresión de algún sonido dentro de un vocablo, como ‘mascar’ por ‘masticar’; ‘chueco’ por ‘chulleco’).
¿De dónde ‘chaza’ y ‘chacero’? Beto Cross, Los Ángeles
El Diccionario de americanismos define ‘chaza’ como palabra propia de la Costa colombiana, con el sentido de recipiente a manera de artesa o caja o batea en la que, colgada del cuello de un individuo, se venden frutas y, sobre todo, dulces, tal como antaño veíamos en Barranquilla a la entrada de los cines o de los escenarios deportivos. Por su lado, ‘chacero’ es quien porta una ‘chaza’. El sufijo -ero se usa en español para indicar un oficio: ‘barrendero, plomero, carnicero…’.
Origen y sentido de la palabra ‘ñero’. En Bogotá es un habitante de calle. Diego, B/quilla
Aféresis es la supresión de un sonido al inicio de una palabra: compañero-ñero, violonchelo-chelo… ‘Ñero’ como aféresis de ‘compañero’ es voz espontánea y popular, y puede traducir ‘amigo o compinche inseparable’ o ‘persona marginada o de bajo estrato social’. Según el cronista Alfredo de la Espriella, a comienzos del siglo 20 en Barranquilla, por diversión, se invertían las sílabas de las palabras; así, ‘compañero’ era ‘ñerocompa’, vocablo de cuatro sílabas que después, por apócope, perdió las dos finales y quedó convertida en ‘ñero’, como nos decían a los barranquilleros. Por cierto, en la década de los 40, nuestro paisano Juan Eugenio Cañavera, desde la emisora Nueva Granada, de Bogotá, como locutor, además de noticias, leía telegramas que allá llegaban para que los destinatarios los oyeran. Los nombres de las urbes de donde procedían los abreviaba: Honda era ‘Hon’, Manizales era ‘Man’, Barrancabermeja era ‘Barran-k’ (Barrancá) y Barranquilla era ‘Barran-q’ (Barrancú). Jugando a invertir sílabas, mencionó al revés Barrancú, y así nació la palabra Curramba.
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