Este viernes 21 de junio se conoció que el general (r) Iván Ramírez Quintero estaría vinculado con crímenes cometidos en los años noventa, de acuerdo con el testimonio del sargento José Leonairo Dorado Córdoba ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
En su intervención, Dorado Córdoba quien es exintegrante del Batallón de Contrainteligencia 1 y del Batallón de Inteligencia Charry Solano, reveló que Ramírez Quintero, supuestamente —en esa época— estaba al mando al mando de un grupo de sicarios en la Brigada XX y tenía conocimiento de los crímenes.
De acuerdo con Dorado, Ramírez Quintero hizo parte del plan para asesinar a Gustavo Petro en el año 1994, cuya misión fue abortada pese a los procesos y los vínculos que llevaron a cabo con apoyo irregular del Ejército.
En su testimonio para la JEP, publicado por la W Radio, mencionó casos como el senador Manuel Cepeda Vargas, quien supuestamente fue seguido “durante meses antes de su asesinato” por órdenes estrictas del entonces general Martín Carreño, coronel Luis Roberto Pico Hernández y el general Harold Bedoya.
Dorado Córdoba argumentó que Ramírez Quintero era “el padrino de la inteligencia” y, según su relato, fue autor intelectual de los “seguimientos, vigilancias, torturas, asesinatos de miembros de la UP, M-19, partidos políticos, personas consideradas de izquierda, aunque no pertenecieran a las organizaciones armadas ilegales Farc, Eln, EPL, entre otras. Ordenó la desaparición de integrantes de activistas y de defensores de presos políticos”.





















