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Una declaración nunca antes conocida del entonces senador Luis Carlos Galán saca a la luz nuevos detalles sobre las tensas horas que vivió el país durante la toma del Palacio de Justicia, ocurrida el 6 y 7 de noviembre de 1985.

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El documento, de ocho páginas y fechado en mayo de 1986, fue entregado al Tribunal Especial de Instrucción Criminal y permaneció extraviado durante décadas entre archivos oficiales. La periodista Catalina Vargas fue quien lo halló recientemente, revelando aspectos inéditos de la comunicación entre Galán y el presidente Belisario Betancur en medio de la tragedia.

En su testimonio, Galán relata que hacia las 11:40 de la mañana del 6 de noviembre, mientras asistía a una sesión del Senado, supo de los primeros reportes del ataque del M-19. Desde las ventanas del Capitolio alcanzó a ver a más de 80 soldados del Batallón Guardia Presidencial tomando posiciones alrededor del Palacio de Justicia, ubicado a pocas cuadras del Congreso.

Preocupado, el senador salió a almorzar cerca del lugar e intentó comunicarse con el presidente Betancur para ofrecer su apoyo y conocer la gravedad de la situación. Sin embargo, el mandatario solo atendió la llamada hacias las 4:15 de la tarde. En esa conversación, según Galán, Betancur le agradeció su solidaridad y le comentó que había consultado con los expresidentes Pastrana Borrero y Turbay Ayala, quienes coincidieron en que el Gobierno no debía negociar con el M-19.

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Galán recordó haber preguntado cuál era la posición del presidente de la Corte Suprema, Alfonso Reyes Echandía, quien desde el interior del Palacio pedía un cese al fuego. La respuesta de Betancur fue el silencio.

En la madrugada del 7 de noviembre, Galán recibió la llamada de Susana, esposa del magistrado Carlos Medellín, quien, junto con otras mujeres de los magistrados, buscaba desesperadamente información sobre sus seres queridos. Conmovido, Galán contactó al entonces ministro de Justicia, Enrique Parejo, quien le contó que los ministros estaban reunidos en la Casa de Nariño y que uno de los temas de mayor preocupación era la retirada de la seguridad al Palacio, acordada semanas atrás por motivos de seguridad.

Asimismo, durante la conversación, Parejo relató que el general Víctor Delgado Mallarino, entonces director de la Policía, había propuesto establecer comunicación directa con los guerrilleros. El Gobierno dio su visto bueno para que fuera el propio ministro quien hablara con Andrés Almarales, uno de los líderes del movimiento. No obstante, antes de concretar el contacto, la fuerza pública irrumpió en el cuarto piso del Palacio, rompiendo el posible canal de diálogo y desobedeciendo las órdenes del Ejecutivo.

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Según el testimonio, esa acción militar frustró toda posibilidad de negociación y generó una fuerte protesta por parte del ministro Parejo, quien cuestionó la falta de coordinación entre las fuerzas armadas y las decisiones del Gobierno.

La declaración de Luis Carlos Galán, escrita pocos meses después de la tragedia, ofrece una nueva mirada sobre las divisiones internas del Gobierno de Betancur durante uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente de Colombia.