Este lunes 29 de septiembre durante un consejo de ministros transmitido en directo, el presidente Gustavo Petro centró la agenda en lo que llamó la “política antinarcotraficantes y y antimafias de trata de personas”. Sin embargo, uno de los anuncios más relevantes estuvo relacionado con la política exterior, el mandatario confirmó que Colombia pondrá fin al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Israel.
El jefe de Estado recordó que en ocasiones anteriores el país ya había roto relaciones diplomáticas con esa nación en rechazo a las acciones militares en Gaza, a las que calificó de genocidio. Esta vez, la decisión va más allá de lo diplomático y toca de manera directa las relaciones comerciales.
En su intervención, Petro se refirió a los acuerdos comerciales que mantiene Colombia con diferentes países y cuestionó el modelo. “Nosotros no somos esa clase de comercio que arrodillamos la vida a la codicia”, dijo el mandatario, agregando que esa misma lógica aplicaba para el convenio vigente con Israel, “con Israel deja de haber TLC”.
El tratado había comenzado a regir en 2020 con el propósito de fortalecer los vínculos económicos con el Medio Oriente. No obstante, el presidente no dio más detalles sobre los pasos jurídicos que seguirá su gobierno para desmontarlo.
El mandatario también lanzó un mensaje a las compañías carboneras que exportan desde Colombia. Les pidió “plegarse o vender sus concesiones” y afirmó que, en caso de que decidan salir del negocio, el Estado estaría dispuesto a comprarlas, orden que, según dijo, dio al ministro de Hacienda, Germán Ávila Plazas.
Según Petro, el precio internacional del carbón “se desploma”, mientras que la infraestructura energética tendría un valor estratégico superior para el país y para regiones como La Guajira.
La postura de Colombia frente al conflicto en Gaza ha sido reiterada en distintos escenarios internacionales. En la reciente Asamblea General de la ONU, Petro criticó con fuerza la ofensiva israelí y días después participó en una marcha en Nueva York en apoyo a Palestina, acompañado del músico Roger Waters, cofundador de Pink Floyd.
Sus declaraciones sobre Israel y su llamado a los soldados estadounidenses a desobedecer órdenes de Donald Trump provocaron la revocación de su visa por parte del Gobierno de Estados Unidos, medida que también afectó a otros funcionarios.
Ante esto, la Cancillería colombiana pidió reconsiderar que la sede de la ONU permanezca en Estados Unidos y propuso que el organismo tenga como anfitrión a un país “completamente neutral”.