Adriana Pinzón, psicóloga y empleada de una empresa de petróleos, desapareció el pasado 7 de junio entre los municipios de Chía y Zipaquirá, en el departamento de Cundinamarca, cuando adelantaba diligencias personales. Desde entonces, son varias las versiones que se han dado sobre el posible paradero de la mujer de 42 años.
La Fiscalía rastrea las pistas para determinar qué pasó con Pinzón y por ello, las autoridades capturaron a su cuñado Jonathan Torres, quien sería la última persona que la vio cuando ambos estaban adelantando la venta del carro de ella y ese 7 de junio se dirigieron a Chía para adelantar el negocio.
La captura del hombre se produjo en la mañana de este martes en el barrio San Pablo del municipio de Zipaquirá, ante las múltiples dudas que ha dejado la versión que ha entregado inicialmente a familiares e investigadores sobre lo que supo de la mujer el día de la desaparición.
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Asimismo, este martes se llevaron a cabo dos allanamientos, uno en el apartamento de la mujer y otro en un inmueble del cuñado.
Según informó Blu Radio, en el baño de una de las viviendas se habría encontrado rastros de sangre, lo que podría indicar que Pinzón fue asesinada en el lugar.
Una de las hipótesis de la investigación menciona como posible móvil del asesinato de Pinzón un seguro de vida por 300 millones de vida a su nombre, y el cual solo podría ser cobrado por una persona.
La versión de Torres es que antes de su desaparición ella le entregó el vehículo y las llaves para que él lo llevara a una vitrina automotriz donde se exhibiría.
Luego de eso, la psicóloga presuntamente solicitó un servicio de transporte a través de una plataforma que tomó en el sector de Tres Esquinas. Sin embargo, la empresa de la aplicación habría informado a la familia que ella nunca tomó el transporte.
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La versión del hoy capturado estaría perdiendo, puesto que todo indica que Adriana Pinzón estaría en su casa, en Zipaquirá y no en Chía, el día de su desaparición. Así lo demostrarían unos videos de cámaras de seguridad del conjunto donde vivía.
En las imágenes se ve además a un hombre entrar al conjunto donde vivía Pinzón y salir luego varias veces con bolsas negras de basura, aparentemente pesadas, desde la vivienda de la mujer. El sujeto sería su cuñado Jonathan Torres.
Además en la investigación se conocieron mensajes de Sandra Pinzón, la hermana de la mujer desaparecida, con su esposo, en los que el hombre le decía que estaba cansado de su familia. Asimismo, un supuesto contrato de mandato firmado por Adriana no es reconocido por sus familiares quienes creen que habría sido falsificado.
Familiares de Pinzón también han señalado que no tenían conocimiento de que ella quisiera vender su vehículo y que no era un comportamiento normal en ella hacer ese tipo de negocios, por lo que tienen fuertes sospechas de la versión entregada y han pedido que Torres aclare a las autoridades qué fue lo que sucedió.
