La celebración de la Navidad en los barrios aledaños a la Vía 40 será en medio de la tranquilidad, luego de que la emergencia en el muelle Compas fuese superada en la tarde de este viernes.
En los barrios Las Flores, San Salvador, Siape y San Pachito, la comunidad aseguró que este ha sido el 'mejor regalo de Navidad', puesto que se espantó el fantasma de una gran tragedia.
Paola Piñeres, residente del barrio Las Flores hace más de 25 años, sostuvo que se siente 'aliviada y tranquila' por saber que podrá pasar una 'Navidad segura' al lado de su familia.
'El humo se nos metía hasta los cuartos y era muy difícil debido a que tengo dos niños en casa', dijo Piñeres.
La mujer contó que debido a la cercanía de su vivienda con el lugar de la emergencia las autoridades les recomendaban que no se sentaran en las terrazas de sus hogares para evitar riesgos en su salud.
'Podremos pasar una cena de Nochebuena sin ningún problema y es alentador', sostuvo Piñeres.
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Teresa Najéra, residente de Siape, sostuvo que se percibe un panorama 'alentador' en el barrio tras haber concluido las llamas.
'Estoy muy contenta y muy feliz de poder dormir una noche tranquila luego de dos noches sin poder cerrar los ojos ante el temor de esta emergencia', añadió.
Más de 58 años tiene Alex Cantillo de vivir en Siape. El hombre indicó que al fin los niños están saliendo a jugar en el parque y los vecinos ya están 'felices' por poder salir a compartir en esta víspera de Navidad.
'La vecina que está embarazada no podía salir y ya ahora puede hacerlo', contó Cantillo.
Etelvina Barros es otra de las residentes del sector de Siape que sostuvo que temían por pasar una Navidad 'insegura'.
'Podremos pasar una noche en familia y dormir tranquilos sin ninguna clase de peligro', aseveró.
Unión en el barrio
En horas de la mañana, cuando el fuego aún ardía con intensidad, el panorama era distinto. Paulatinamente, la normalidad empezaba a retornar al barrio Las Flores.
La comunidad estaba a la expectativa de que se controlaran las llamas que consumían uno de los tanques de almacenamiento de la empresa Bravo Petroleum, mientras avanzaban en los preparativos para la celebración de Navidad.
Con brocha en mano, un grupo de habitantes de este barrio avanzaba en la intervención del bulevar de esta zona de la capital del Atlántico.
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Verde, rojo y blanco son los colores que adornan este importante tramo de la Vía 40, la misma que se encontraba cerrada al cierre de esta edición por las labores de monitoreo posteriores al control del incendio.
'El temor continúa, pero los adultos debemos mantener la expectativa de los niños en esta época tan hermosa, que necesitan de la alegría de esta temporada. Solo queremos tener un momento de alegría y de esperanza en medio de estos meses de tanta tristeza', sostuvo Angélica Jiménez, quien reside hace más de 50 años en el barrio.
