Compartir:

Un reto cumplido. En esa frase se resume la gestión realizada por el Distrito de Barranquilla en el proceso de canalización de arroyos, que se puso en marcha mientras la ciudad se encontraba inmersa en la Ley 550 (más conocida como ley de quiebra).

{"titulo":"Se inician obras de canalización del arroyo de Los Carruajes, en Galapa","enlace":"https://www.elheraldo.co/atlantico/canalizacion-de-arroyos-en-galapa-comienzan-obras-en-el-barrio-los-carruajes-951151"}

En la actualidad, los arroyos de la carrera 21, calle 84, calle 79, La María, carrera 65, calle 58, calle 92 y Hospital se encuentran canalizados tras años sin solución, en los cuales cobraron decenas de vidas.

'Por muchos años los arroyos eran sinónimos de tragedia. Gracias a las canalizaciones no solo estamos salvando la vida de los barranquilleros, sino que además ahora tenemos una ciudad que no se detiene por la lluvia, más conectada y que dejó en el pasado esa imagen de atraso', aseguró el alcalde Jaime Pumarejo Heins.

De acuerdo con la administración distrital, las operaciones que han sido adelantadas en el marco del proyecto de canalización de arroyos permitirán un ahorro a futuro de $700 mil millones y devolver 6 años de las vigencias futuras comprometidas para financiar las obras.

En su momento, el Concejo aprobó una operación de contratación de obras hasta por $622 mil millones, así como dio la autorización para comprometer vigencias futuras hasta por $2 billones a 2035.

Dicho crédito fue suscrito con un proveedor con músculo financiero que asumió el 100 por ciento del riesgo. De esa manera, el Distrito pudo abrir las licitaciones y adjudicar los proyectos, permitiendo ejecutar las obras que serían pagadas cuando estuvieran terminadas.

Posteriormente se logró la recompra de los créditos con el apoyo de la banca, que 'había recobrado la confianza en Barranquilla'. Es de anotar que con esta operación, la ciudad ahora tendrá que pagar casi un billón de pesos. La deuda antes de realizar la recompra del crédito era de $1.7 billones.

Logros y retos

Este proceso se inició en el año 2008 por medio de la estrategia ‘Barranquilla sin arroyos’, liderada por el entonces alcalde Alejandro Char.

Desde ese momento han sido construidos 67,8 kilómetros lineales de canales abiertos, box coulvert y tuberías subterráneas.

Durante el periodo de Elsa Noguera se dio paso a la canalización de los arroyos de la calle 84 y la calle 79, considerados como dos de los más peligrosos. En los años siguientes se realizó la canalización de otros arroyos con peligrosidad.

En el periodo de Jaime Pumarejo se han venido adelantando obras viales 'de gran magnitud' en la Cordialidad, Circunvalar y la calle 30, las cuales incluyen soluciones hidráulicas.

Además se ha presentado el Plan Maestro de Arroyos, el cual incluye estudios y diseños que garanticen las soluciones durante varios años. Es de anotar que las intervenciones, además, contemplan la creación de espacios con arborización, peatonalización, vías y ciclovías sobre las canalizaciones.

{"titulo":"Alcalde de Uribia pide ayuda al Gobierno nacional para canalizar los arroyos","enlace":"https://www.elheraldo.co/la-guajira/la-guajira-autoridades-del-municipio-de-uribia-piden-ayuda-gobierno-nacional-por-invierno"}

Vidas perdidas

Hasta el 2015, más de 90 vidas fueron arrebatadas por los arroyos en Barranquilla.

La lista era encabezada por el arroyo de la 21, que cobró 31 vidas en sus 4.826 metros; luego el Arroyo de la 84, donde murieron 13 personas; le siguen El Salao con 7 muertes y el de la 76, que cobró seis.

El Distrito también puso de presente que, durante décadas, los arroyos causaron 'deterioro urbanístico y daños' en la infraestructura física, así como parálisis e interrupción del tráfico, deterioro de la salud pública y daños ambientales.

Esta problemática también generó afectaciones en la economía. Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Gestión, Competitividad e Innovación del Politécnico de la Costa Atlántica se reveló que el 60 % de las empresas dedicadas al comercio y el 57 % de las industrias de la ciudad se afectaban con los arroyos.