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Entre Las Malvinas, Los Rosales y Sourdis tiene lugar el Centro de Recuperación Nutricional (CRN) Rosour, una herramienta de primer nivel dispuesta por el Distrito en este sector de la ciudad, con el objetivo de impactar a menores de la primera infancia con indicios o diagnóstico de cuadros nutricionales complejos.

A pesar de que, desde hace once años, este centro de esperanza opera en el corazón del Suroccidente, poco se habla en la ciudad de su 'arduo' trabajo por el bienestar de los niños de 0 a 5 años.

De acuerdo con los datos suministrados por la Secretaría de Gestión Social de Barranquilla, Rosour impacta en el desarrollo nutricional de cerca de 11 mil niños por año. Esta cifra incluye a la población local y departamental porque, pese a que el centro está instalado en una localidad del Distrito, sus beneficios se extienden a menores provenientes de los otros 22 municipios del Atlántico. Incluso, tiene sus puertas abiertas para brindar ayuda a menores de otros departamentos de la Costa Caribe.

'Este centro de recuperación nutricional lo opera MiRed IPS y es una estrategia que nos ha permitido reducir los índices de desnutrición. Además, se ha vuelto un modelo en el Atlántico y otros departamentos de la Costa Caribe, como La Guajira, Magdalena y Bolívar', explicó Alfredo Carbonell, gerente de Desarrollo Social del Distrito, agregando que Rosour también es un CRN que atiende a niños migrantes, orientando importantes esfuerzos en la recuperación nutricional de esta población.

Lo mencionado lo reafirmó Sugineth Galue, una madre de nacionalidad venezolana que, durante una visita de EL HERALDO al mencionado centro, se encontraba acompañando a su hijo de 10 meses en sus últimos días de recuperación nutricional en Rosour. La mujer relató que, durante la hospitalización de su bebé en el CNR por un diagnóstico de cuadro nutricional complejo, pudo conocer en primera persona 'la importancia de estos espacios de recuperación nutricional infantil en la ciudad'.

'Este es un centro con buenos pediatras y médicos profesionales que acompañan a los niños en un proceso importante de su desarrollo, que es la nutrición. Además, las madres que acudimos a Rosour también aprendemos a alimentar de una mejor manera a nuestros hijos, con el fin de que tengan un desarrollo pleno durante una de las etapas más importantes de su vida', ratificó Galue, desde la sala de hospitalización del CRN.

Del mismo modo, Tania Barreto, madre de Emmanuel –un niño de cuatro años, residente de un barrio del sur de la ciudad– aseguró que su paso por este sitio cambió los hábitos de alimentación en su hogar, direccionándolos a una dieta 'balanceada y saludable'.

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Más peso y más talla

El médico gestor de Rosour, Bladimiro Aguilar, explicó que el tratamiento en este centro está orientado a normalizar el peso y la talla del menor y, a su vez, integrar a los adultos –padres o familiares– en el proceso de recuperación, donde estos terminan haciendo parte del tratamiento nutricional de los niños.

'Inicialmente, el problema de nutrición del niño o la niña es tratado por el centro y se integra a sus padres en la asistencia del menor', dijo Aguilar.

El gestor también explicó que todo el proceso hace parte de un trabajo articulado entre las Secretarías de Gestión Social y de Salud de Barranquilla, la red de salud pública distrital y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). De acuerdo con lo expuesto por Aguilar, entre estas entidades se está desarrollando un trabajo de localización de menores con problemas de desnutrición para remitirlos a Rosour u otros centros donde se atiendan este tipo de patologías en niños.

Paso a paso del tratamiento

En este centro de recuperación nutricional para la primera infancia hay un equipo de recurso humano que, con vocación, trabaja por el bienestar y desarrollo de cada uno de los menores que requiere atención por problemas de desnutrición aguda o crónica, así como otros tipos de patologías que pueden llegar a padecer durante sus primeros años de vida.

Entre este personal se destaca Luz Altamar, una enfermera que, de sus 60 años de vida, ha dedicado más de 20 años a la atención de pacientes en la red pública de Barranquilla.

La mujer, desde su experiencia en el centro, explicó que, en primera instancia, los niños generalmente llegan remitidos de otros centros de salud donde, a través de controles de crecimiento y desarrollo, se descubren problemas nutricionales en los menores.

Una vez evaluados en Rosour, entre los pediatras y la nutricionista del centro, valoran el estado del pequeño e inician el debido tratamiento 'encaminado en su recuperación'.

Sobre lo mencionado, Lilibeth Mazó, nutricionista dietista de Rosour, explicó que cada tratamiento tiene una serie de etapas diferentes que, con base a la gravedad del trastorno nutricional, se determina la manera en la que será abordado y los tiempos del proceso de recuperación del niño.

'La etapa inicial es la de valoración. En esta se determina si el menor requiere hospitalización y el tiempo aproximado para que este se recupere', expuso la nutricionista, agregando que los niños podrían llegar a periodos de hospitalización superiores a los 30 días.

Mazó también detalló que, posterior a la hospitalización, los menores pasan a una fase de atención ambulatoria, donde estos pueden volver a sus hogares, siguiendo de manera rigurosa las pautas dispuestas en la dieta de tratamiento entregada por la nutricionista.

En esta etapa, con el objetivo de seguir 'midiéndole el pulso' a la recuperación de los menores, los padres o adultos encargados de la custodia de cada niño, deben asistir a citas semanales de control en el Centro de Recuperación Nutricional.

Poblaciones vulnerables

Mazó, por ser la nutricionista que conoce en detalle cada uno de los casos atendidos en Rosour, aseguró que entre las poblaciones de menores más susceptibles de padecer trastornos nutricionales están los niños migrantes y residentes en barrios de estratos 1 y 2 de los diferentes municipios de la costa norte de Colombia.

'Hemos observado que los niños que suelen padecer problemas de desnutrición hacen parte de estos grupos poblacionales. Cuando logramos identificarlos y atenderlos a tiempo, evitamos que ellos lleguen a presentar problemas en el desarrollo físico y aprendizaje', dijo la nutricionista, agregando que la atención temprana de los casos de desnutrición cambia la vida del niño y lo ayuda a tener un proceso de desarrollo integral.

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Promedio.Atención a menores

La nutricionista Lilibeth Mazó explicó que, a diario, recibe en su consultorio –en promedio– a 15 menores. Estos, generalmente, coinciden con sintomatologías como fiebre, diarrea, inapetencia o infección urinaria.

También aseguró que, en algunos casos, a partir de los signos físicos de los menores 'se nota su deficiencia nutricional y se procede a establecer los lineamientos para su recuperación'.

De acuerdo con algunos expertos, los problemas relacionados con malnutrición en la primera infancia pueden ser 'devastadores y duraderos', puesto que puede afectar el desarrollo conductual y cognitivo.

'Indicadores positivos' en el Distrito

De acuerdo con información entregada por la Alcaldía distrital de Barranquilla, la seguridad alimentaria –principalmente de la primera infancia– 'es uno de los mayores compromisos de la administración del alcalde Jaime Pumarejo'.

Durante este periodo de gobierno, desde el Distrito se han puesto en marcha estrategias direccionadas a 'garantizar el acompañamiento nutricional en los primeros años de vida de los menores'. Sobre esto, la administración distrital explicó que las estrategias dispuestas para impactar a esta población tienen el objetivo de asistir 'una etapa trascendental en el sano desarrollo de la primera infancia'.

En ese sentido, la administración distrital informó que, actualmente, la ciudad 'cuenta con indicadores positivos que la acercan a derribar la vulnerabilidad alimentaria', asegurando que el 83 % de los niños de Barranquilla tienen un peso adecuado según la talla; el 3,2 % presentan riesgo de desnutrición entre moderada y severa y el 13% restante tiene riesgo de obesidad.

En relación con lo expuesto previamente, la administración local expuso que, con base a un estudio realizado por la Fundación Éxito en el 2021 –utilizando diversos datos de cerca de 1.200 municipios del país– se calificó a Barranquilla como 'sobresaliente' en el índice de desnutrición crónica infantil.