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El próximo 25 de marzo se cumplen dos años del inicio del periodo de confinamiento en el país. Aunque la medida fue tomada para frenar el 'rápido avance' de la covid-19, generó una serie de afectaciones que aún siguen pasando factura.

Uno de los aspectos más afectados debido a la cuarentena fue la salud mental. La incertidumbre por el futuro, las pérdidas inesperadas y los abruptos cambios que supuso dicho proceso conllevó a desnudar dicha problemática.

Por esa razón, las autoridades sanitarias en el país han puesto en marcha un sinnúmero de acciones orientadas a la promoción de la salud mental, la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de los problemas y trastornos mentales.

'La problemática de salud mental son un problema de salud pública, pero también son un problema cotidiano, agravado por esta situación de covid-19', sostuvo recientemente el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Germán Escobar.

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Los estereotipos a través de las redes sociales y su impacto en la salud mental

El auge de las redes sociales se ha convertido en una ‘arma’ silenciosa para la salud mental de los jóvenes y adultos debido a la 'comparación social negativa', una conducta que lleva a que los usuarios se valoren con base en su atractivo, riqueza y éxito respecto a sus semejantes.

Paula Andrea Senior Mesa, profesora del programa de Psicología de la Universidad EAN, expuso que las tendencias que se evidencian en estos espacios tienen el propósito de ofrecer ganancias a quienes creen este contenido que sea llamativo por su facilidad de consumo y su capacidad de generar adhesión de seguidores.

'Ningún estándar va a ser beneficioso si proviene de personas que no tienen el conocimiento del impacto que sus conductas van a tener sobre la salud mental, especialmente si se refiere a niños y adolescentes, quienes no deberían estar en contacto con este tipo de redes sociales, sabemos que sí consumen esta información', dijo.

Agregó que se debe 'sensibilizar' a los ‘influencers’ sobre el impacto que tiene su comportamiento sobre los seguidores, como también hacer recomendaciones para la construcción del mismo, al igual que se debe sensibilizar a los seguidores sobre el tipo de contenido a consumir y los cuidados en el uso de la información.

A su turno, el psicólogo José Ramón Ubieto indicó que las redes sociales se constituyen, en algunos casos, en reflejo de una 'realidad falsa, pero siempre perfecta'.

'En edades en que todavía estamos formando nuestra personalidad y aprendiendo a aceptarnos tal como somos, el contraste mencionado antes puede resultar particularmente demoledor', explicó.

De acuerdo con el estudio ‘Estadísticas de la situación digital de Colombia en el 2020-2021’, un colombiano pasa cerca de 10 horas diarias frente a una pantalla, de las cuales 3 horas y 45 minutos al día usando redes sociales. Según los resultados, YouTube es la plataforma más usada (95,7 %) por los internautas colombianos que tienen entre 16 y 64 años, seguida de Facebook (93,6 %), WhatsApp (90,7 %) e Instagram (82,0 %).

La adicción a la tecnología y videojuegos

Durante la cuarentena, la virtualidad se convirtió en la 'mejor amiga' de muchas personas. Mientras los jóvenes y adultos tuvieron que adoptar el teletrabajo, los niños quedaron a merced de los aparatos tecnológicos como espacio de formación, así como de diversión y recreación.

Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó a la adicción a los videojuegos en el listado de desórdenes mentales, con el fin de que se adopten nuevos programas de prevención y de tratamiento en el mundo.

'Si jugar es una prioridad, si no se puede parar, si eso genera problemas en el entorno social, si por ello se pierden amigos o se desatiende el trabajo, y si esto se prolonga durante un año, entonces hay adicción a los vídeojuegos', explicó Robert Jakob, jefe del equipo de la OMS que elaboró la lista.

Para Manuel Armayones, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), el abuso de las pantallas viene de atrás y se agudizó en medio de los días de confinamiento.

'Se trata de un abuso, no de una adicción. Entendemos que es un problema cuando distorsiona otras esferas de la vida personal', explicó Armayones, quien también es investigador del eHealth Center.

El experto también recomendó limitar el tiempo dedicado a las pantallas en función de la edad: 'Hay que mantener una conversación sincera para que entiendan por qué no pueden estar todo el día conectados'.

De acuerdo con especialistas, la actividad sedentaria –a largo plazo– puede generar alteraciones en el sueño de los niños. Esto podría provocar problemas de sobrepeso u obesidad.

Además, el 'uso excesivo' de las pantallas pueden generar inconvenientes en su desarrollo cognitivo. Esto conlleva, según los expertos, a la necesidad de 'romper el vínculo de dependencia con la tecnología'.

Varios estudios han alertado que la adicción a los videojuegos son más frecuente, actualmente, entre adultos: el rango estadístico es de 0,21 - 55,7 % de la población, mientras que entre menores se encuentra entre 0,26 y 38 %.

Con apoyo de EFE