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La violencia de género contra las mujeres es un asunto de salud pública y multifactorial que requiere para su erradicación intervenciones de tipo estructural, social, cultural y ambiental, con enfoque de derechos humanos, interculturalidad, género y territorialidad.

Así lo plantea el Grupo Estudios de Género, Familia y Sociedad, de la Universidad Simón Bolívar, a través de una de sus miembros Emma Doris López Rodríguez, profesora, investigadora, activista de derechos humanos y feminista, que da 18 recomendaciones para que desaparezca este flagelo.

El tema de la violencia de género cobra relevancia por en este mes, dado que cada 25 de noviembre de conmemora el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, declarado por la Organización de Nacionales Unidas (ONU).

Este es un día para recordar que en 1960 ocurrió en República Dominicana el brutal asesinato de las hermanas Patria, Minerva, y María Teresa Mirabal, activistas políticas. Sus victimarios fueron miembros de la Policía secreta del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, quien entonces gobernaba ese país centroamericano.

El mencionado grupo de Unisimón enfatiza en que es urgente desarticular el patriarcado, las formas desiguales de relaciones de poder. Así mismo, desestructurar el sistema y el modelo económico extractivista y neoliberal que instala sus prácticas androcentristas y patriarcales con micro machismos como estilo de vida, con fuertes arraigos en la dinámica social y en la cotidianidad de cada ser humano en esta sociedad; además, con violencias de diversos tipos en las expresiones culturales.

Hablar de una ruta para prevenir y erradicar las violencias es pertinente en este momento político que vive Colombia. El Paro Nacional del 21 de noviembre pasado, donde un sector mayoritario de la población salió a las calles, evidencia su resistencia ante los atropellos a la dignidad humana y los derechos fundamentales.

Por lo anterior, escogiendo unas líneas del libro publicado y presentado en recientemente en Unisimón, por Emma Doris López y Lisbeth García, titulado 'Mujer, Género, Movimientos Feministas y Políticas Públicas de Protección: Colombia y Venezuela y Políticas Públicas de protección de la mujer & Derechos Humanos en Colombia', este grupo de investigación da una serie de recomendaciones para, desde lo institucional y lo social, reducir cada día más la violencia contra las mujeres.

Es importante recordar que la ONU define la violencia contra la mujer como todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.

Recomendaciones para erradicar violencia de género

• Visibilización y posicionamiento del problema de las violencias de género en la agenda local territorial con los actores y escenarios específicos.

• Ampliar la participación de las mujeres en escenarios de poder, para lograr una verdadera representación de las mujeres ante la petición de una vida libre de violencias.

• Aumentar las acciones para lograr desde las alianzas del sector público, privado, académico y la sociedad civil, el ser referencia técnica y lograr la visibilización de los feminicidios en las plataformas y redes sociales.

• Continuar con los planes de capacitación y formación a funcionarios, comunidad y medios de comunicación, con jornadas científicas, foros, seminarios, diplomados con enfoque de género.

• Extender las campañas de opinión pública: 'Sin mi puño y con mi letra', 'Quítate la máscara', 'Juntas', 'Las mujeres víctimas las escuchan', cero violencias
• Concertar las iniciativas colectivas que hagan sostenible los sistemas de información con el observatorio local sobre violencia y feminicidios.

• Aplicar la Metodología RIAT (reflexión, incidencia, acción para la transformación) desde la parte lúdica, para que, desde el arte, se transformen las realidades de las mujeres.

• Masificar acciones sociales como protestas, plantones, cabildeos, denuncias y comparsas en carnavales que visibilicen esta realidad.

• Concertar iniciativas con enfoque de género con JAC (Junta de Acción Comunal) y JAL (Juntas Administradoras Local), concejales, diputados, congresistas y lideresas internacionales.

• Aumentar la participación de las mujeres de base en los Consejos de Seguridad y Consultivos de Mujeres; consejos locales de mujeres, JAC, JAL y demás escenarios.

• Aumentar las alianzas y consensos para transformar las relaciones de poder para el cambio político y del modelo patriarcal que instala prácticas machistas permanentes.

• La academia y sector Educación al servicio de las demandas de las Mujeres para construir, argumentar y recrear el discurso machista por acciones de respeto, armonía, convivencia, justicia, equidad y paz.

• Construir en colectivo agendas para negociar con gobiernos locales la implementación políticas públicas en favor de la mujer.

• Continuar la firma de pactos por la no violencia en niñas y mujeres, como estrategia de visibilización colectiva para erradicar este flagelo.

• Incidencia en los planes de desarrollo con presupuesto y enfoque de género
• Aumentar la seguridad y la vida digna para lideresas como defensoras de derechos humanos.

• Aprovechar la influencia de la ideología religiosa y ponerla al servicio de las demandas de las mujeres.

• Identificar factores de riesgo y de protección a nivel individual familiar y social.